Vuelvo a participar de la propuesta de Campirela para este jueves, con el tema: "VIAJAR CON LOS SENTIDOS", sepan disculpar que participo con dos textos, pero es tan rico y amplio el tema que decidí participar más de una vez, esta vez usando los sentidos del olfato y gusto, sumado a los recuerdos.
Estas imágenes son de una navidad anterior y tanto al pan dulce como el budín ingles los hice yo.
Texto escrito el 22 de diciembre de 2021
Aroma a pan dulce (por Patricia F)
(Pero también podría titularse aroma agua de azahar y vainilla, porque las manos se impregnan de esos aromas al meterlas en la masa y amasar.)
Hoy mis manos huelen a esencia de vainilla y
agua de azahar, como todos los años para esta fecha desde que tengo uso de
razón se amasa el pan dulce casero, primero fue mi madre, de ella aprendí. Como
cada diciembre vuelve a mi mente, la imagen de mamá amasando sobre la mesa de
madera al lado de la cocina económica, ese tierno y aromático amasijo, mientras
mi hermano y yo con un pequeño martillo de papá rompíamos nueces, almendras,
avellanas que íbamos colocando en una fuente, que luego se mezclarían con la fruta
abrillantada y las pasas de uva; mientras el horno de la cocina se iba
calentando lentamente con el calor que producía la leña.
Enmantecaba y enharinaba los moldes de tamaño
justo, que le había hecho mi papá y cuando la masa había levado al doble se
unía con la fruta y cada trozo de masa iba a su molde a un segundo levado y por
fin al horno.
Al cabo de un rato un exquisito aroma
comenzaba a inundar la casa, y en una hora salían del horno esos dorados panes,
que endulzarían la navidad.
Guardo esa receta de mi madre en un viejo
cuaderno que fui armando desde muy chica, a los quince años empecé a anotar
recetas, sin saberlo entonces, la cocina se transformaría en mi pasión.
Hoy cuando mi cocina se llena de ese aroma a pan dulce recién horneado, mi mente se llena de recuerdos y mi corazón se emociona.