sábado, 7 de diciembre de 2024

El objeto. (Por Patricia F.)

 

Este mes de diciembre el blog El Tintero de Oro, nos propone el concurso de relatos número XLIV, John le Carré, El Jardinero fiel.

El tema: escribir un relato donde un personaje destape la corrupción de un gran estamento, la extensión del relato no debe superar las 900 palabras.






 El objeto. (Por Patricia F.)


Estaba en el lugar y con la gente equivocada, decidí irme, escuchaba pasos tras de mí y a medida que aceleraba mi marcha, aquellos otros pasos también se aceleraban. 

La respiración cada vez más agitada, la angustia y desesperación por salir de aquel callejón hacían que el corazón quisiera escaparse por mi boca. De pronto, silencio, ya no escuchaba esos pasos persecutorios entonces comen a disminuir los míos agudizando el oído a ver si captaba algo... nada, absoluto silencio. Respiré profundo, pensando que los había perdido y me dispuse a salir de ese oscuro y pestilente sitio. 

El certero puñetazo en medio del rostro me hizo trastabillar y caer, una vez en el suelo me hallé indefenso y bastaron un par de golpes para hacerme perder el conocimiento. 

No supe nada más, oía voces en mis sueños y los pinchazos, esas agujas en mis venas, clavadas en mi carne, vertiendo líquidos en mi cuerpo. Y yo allí con una indefensión total, sé que balbuceé varias veces las palabras "no, por favor, no” y solo escuché risas, nuevamente la aguja. 

Sin poder abrir mis ojos, no sé cuánto tiempo estuve así, hoy estoy recobrando un poco mi conciencia, pero no me animo a intentar mirar, pues temo que si se dan cuenta de que estoy despierto me vuelvan a sedar. 

Escucho voces, una de ellas me es familiar, parece la de la hermosa muchacha del bar, con la que estuve conversando la noche en que me contactaron. 

Era un trabajo simple o por lo menos eso era lo que yo creía, debía entablar una conversación con ella, lograr que hablara para que mis jefes pudieran oír y descubrir que se traía entre manos la banda traficante de medicamentos prohibidos. El micrófono estaba bien oculto debajo de la piel de mi brazo derecho, esas cosas de la tecnología moderna que no alcanzo a entender, tampoco lo necesito, no me contrataron para entender, sino para espiar y conseguir información. 

Pero evidentemente la bella morocha era más despierta que yo, porque de alguna manera descubrió el plan y aquí estoy ahora, acostado en esta especie de camilla desde hace... ¿cuánto tiempo? No tengo idea. 

Lo único que sé es que mi cuerpo está aterido entre la frialdad de la habitación y todo lo que tengo conectado sumado a la inmovilidad. 

Creo que no han descubierto el micrófono, quizá mis jefes lleguen a encontrarme, esa es mi única esperanza. 

He pasado mucho tiempo así, escucho que hablan de un virus nuevo, sintético, que una vez introducido al torrente sanguíneo logra transformar e las personas en seres totalmente diferentes, los escucho felices, festejando. 

La morocha parece ser el contacto los multimillonarios inversores, sigo escuchando su voz. 

Ha ordenado que me despierten totalmente de este estado de semiinconsciencia en el que me encuentro, al abrir los ojos y ver mi imagen reflejada en un espejo, intenté gritar y solo salió una especie de siseo de mi boca, soy piel y huesos, mis ojos sobresalen de sus orbitas, me quedo estupefacto viendo esa desagradable imagen. 

De repente se abre de un golpe la puerta, entra mi jefe son su equipo, armas en mano reducen a mis captores, pero a no me liberan sólo se limitan a observarme y sonreír. 

Escucho la orden: - “Avisa al comprador que el objeto está listo para el traslado" 

Ahora lo comprendo todo, ese fue el plan desde un principio, transformarme para luego venderme al mejor postor, soy el objeto, el conejillo de indias. 

Cierro los ojos, pues ya no hay vuelta atrás, no hay esperanzas. 

 

 


Imagen lograda con IA

lunes, 2 de diciembre de 2024

Tú y yo en nuestra isla. (Por PATRICIA F.)

 

Este jueves el desafío lo propone Marcos en su blog Marcos Planet, se trata de escribir un micro relato cuyo tema es: Tú y yo en una isla.

Dejar volar la imaginación, que como dice Marcos es libre y se puede enfocar el tema como queramos, aquí voy con mi isla.






                                                    Imágenes del blog de Marcos.



y yo en nuestra isla. (Por Patricia F.) 

 

Tú y yo en esta isla solitaria desde hace cuarenta años, tú y yo luchando por sobrevivir a las adversidades. 

Fuertes tempestades muchas veces sacudieron nuestro delicado equilibrio. 

Ríos de aguas oscuras se fundieron en tormentosos cielos negros, formando grandes lodazales y otras veces nos rodearon mares azules tomándose de la mano con el mismo cielo allá en el horizonte, en una feliz luminosidad. 

Verdes esperanzas nos cubrieron y otras tantas veces los rojos furiosos se apoderaron de nuestras almas, danzando al ritmo de los acontecimientos. 

Fuimos uno y otras tan solo dos cuando logró sobrepasarnos la locura, nos quisimos y enojamos, reímos y lloramos por alegrías, tristezas, siempre con las emociones a flor de piel, absolutamente pasionales. 

Caminamos tomados de la mano por la arena, nos internamos en senderos ocultos en los bosques, sobrevolamos los cielos como pájaros y corrimos libres por praderas. 

Fuimos sol y fuimos luna, también lucero del amanecer y estrella fugaz en las noches, otorgando deseos. 

Desde hace tanto habitamos esta isla que ambos nos construimos, es nuestra isla, la que nos mantiene alejados del mundo que nos rodea, nuestro paraíso personal. 

Muchos no lo entienden y es mejor así, somos dos que decidimos un día emprender juntos este camino y continuaremos viviendo nuevas aventuras porque es nuestra decisión hacerlo, aunque nos rodee un mar de gente.




Imagen lograda con IA. para mi relato.

Laberinto de piedra. (Por Patricia F.)

  Hola a todos, este jueves 3 de abril el desafío está a cargo de Campirela : ¿Qué secretos guarda el Manuscrito Voynich?, no se sabe cuándo...