jueves, 31 de octubre de 2024

Espía - por Rosana

Hola todos y todas, yo también voy a sumarme a nuestra propia convocatoria y daré vida a unas nubes caprichosas que vi esta mañana en este hermoso lugar en el que estoy. Esperé varios días a que hubiese nubes ya que el cielo no dejaba su celeste diáfano y no aparecía ninguna. Al ver estas, rápidamente pensé en este relato que les dejo a continuación. Espero que como siempre, expresen  sus sentimientos a través de sus comentarios: positivos o negativos, siempre me encantan porque me ayudan a crecer como escritora.

Un gran abrazo. 


Espía - por Rosana

-        -   ¿De qué tienes miedo? – le pregunté temerosamente

-         -  Tú tienes miedo, no logras ni siquiera preguntarme sin que la voz te tiemble – respondió la bestia en un tono irónico

-        -   Es que es imposible no respetarte, sé de tus andanzas, tu  prestigiosa presencia entre las piedras, el subir y bajar de las sierras sin que los millones de cactus desparramados eviten que te desplazases de aquí para allá. Toda la extensión era tuya. Ahora solamente asomas las orejas y espías, espías como un asesino culpable de haber cometido el peor de los crímenes, temeroso de ser descubierto.

Así pués, el único zorro que quedaba vivo en el lugar, quedó pensativo, las palabras del forastero se le hundieron en el pecho como las hojas de varios cuchillos, como aquellas balas que eliminaron la manada a la cual pertenecía.

-         -  Solía ser un paraíso este lugar – balbuceó luego de abandonar la altanería – podría decirse que entre vecinos casi se desconocían. Una casa por allí, la otra en la otra punta, pocas, viejas, pequeñas, para qué la majestuosidad en un lugar en donde la misma naturaleza era el palacio que te embriagaba la vista cada mañana. Alguien descubrió este inmaculado  sitio, alguien perteneciente a la famosa civilización, como suelen llenarse la boca ustedes para mencionar el progreso. ¿Progreso? Me encantaría que me explicaran cuál es el verdadero progreso. Aquí estoy, sólo, asomado detrás de las sierras, observando cómo lo que era inmaculado se fue transformando. ¿Miedo?, un poco, apenas asomo el hocico, intento disimular las orejas. No entiendo, realmente no entiendo cómo se puede hacer semejante juego de palabras. ¿Progreso? ¿Acaso eso no sería destrucción?



-        -   Perdón, no era mi intención provocar semejante nostalgia, haz de cuenta que no dije nada.

El único  sobreviviente,  hechó una carcajada tan enorme que provocó vientos, tempestades. Truenos y rayos cubrieron el lugar

-       -   Ese es otro invento bien vuestro: hablan, dicen, provocan, destruyen, hieren y luego recurren al soltar. ¿Soltar, olvidar? ¿Hacer de cuenta que no dicen nada? Eso también habéis inventado: el arte de destruir y luego el artilugio de que uno no puede quedar prendido a la desgracia; soltar y seguir, más quisiera yo soltar y seguir, pero a mi me dejaron sólo, no dejaron ni uno de los míos, así que cada día, espío un poquito por entre las sierras, asomo mis orejas y recuerdo, recuerdo los días en que toda la manada entera era dueña de esta belleza y que ahora, inundada de cemento, luces y ondas satelitales, ustedes, denominan paraíso.

 

 

lunes, 28 de octubre de 2024

Espíritu del cielo. (Patricia F.)

 

Hola a todos este es mi microrrelato para la propuesta de este jueves : Nubes.

Mi historia se basa en la mitología eslava, sobre las Willis, me inspiré en el Ballet Giselle que vi la semana pasada y que justamente habla de esta leyenda y la nube me recordó a un alma errante justamente, espero que les guste.







Elegí esta imagen que tome hace un tiempo en el campo, pues esa nube solitaria, etérea me recuerda a un ángel o un alma desplazándose en el cielo.





Espíritu del cielo. (Por Patricia F.)

 

  • - ¡Mira que extraña esa nube solitaria que surca el cielo! Dijo María a su madre mientras regresaban del mercado. 


Su madre sintió un escalofrío, realmente era extraña, parecía un alma solitaria perdida en el azul profundo del cielo. 

Existía en el lugar una leyenda que hablaba de las Willis, seres espirituales que suelen habitar los bosques y que tienen una cierta semejanza con hadas y elfos, esos seres según cuentan, han sido jóvenes que fueron traicionadas antes de casarse y murieron por amor transformándose en Willis, creadoras del bosque del Entremundos, que se vengaban de los jóvenes que iban a implorar perdón. 

Pensando en ello, Ana la madre de María, volvió a sentir escalofríos y angustia, no sabía el motivo, pero se encontraba inquieta.  

Esa extraña nube en el cielo diurno daba la sensación de estar perdida o buscando algo o a alguien. 

Lo cierto es que Ana siguió camino a su casa mientras María se apartó del sendero para ir a buscar moras al prado, allí la esperaba Juan, su amor secreto. 

Pero este no sería un encuentro como otros, Juan había decidido marcharse y comenzar una nueva vida, lejos del pueblo y María no se hallaba dentro de sus planes, así que se despidió de ella, rompiendo su corazón. 

Ella, no entendía qué pasaba ni porqué Juan la había abandonado, solo sentía dolor en su corazón, hasta el punto tal que éste se rompió en mil pedazos, como un cristal, dejando a María sin vida. 

Blud, la nube errante, la estaba esperando. Ana no se equivocó al sentir esa angustia. 

Su amada hija ahora formaba parte de esos seres con el corazón destrozado, viviendo el eterno sueño de la danza de los bosques y los cielos, buscando almas atormentadas como la de ella a causa de los amantes que las olvidaron sin más. 

 

Lista de participantes.

Convocatoria para el jueves 31 de octubre, 2024.

Lista de participantes:

Comenzaron a llegar los relatos, muchas gracias por participar.




































Laberinto de piedra. (Por Patricia F.)

  Hola a todos, este jueves 3 de abril el desafío está a cargo de Campirela : ¿Qué secretos guarda el Manuscrito Voynich?, no se sabe cuándo...