sábado, 28 de mayo de 2022

CUANDO LA INSPIRACIÓN NO LLEGA. (Por Patricia F)

 Cuando la inspiración no llega. (Por Patricia F) 



Cuaderno y lapicera en mano, como suele hacer cuando inicia un texto y antes de pasarlo a Word; sentada en su silla preferida, intenta que asomen las ideas para un nuevo texto, en esa cabeza repleta de remolinos y vientos huracanados.

Recién terminó de escribir y enviar por mail a su profesora los del taller literario, es como que todas sus ideas por hoy quedaron allí escritas y aunque intente exprimir su cerebro no sale ni una letra o palabra, la inspiración se esfumó vaya a saber uno hacia dónde, necesita estar relajada, pero no siempre se puede y hoy es uno de esos días donde los ruidos internos que producen los pensamientos no la dejan concentrar. 

El inminente viaje de su esposo, el primero desde hace más de dos años de encierro por la pandemia, la sumatoria de temores generados por este tiempo de incertidumbre, hizo que el mundo se transformara en un monstruo cargado de virus, de bombas y de guerra, que trata de tragarse a todo ser humano que se le cruce en el camino. 

Su mente transita esas locuras quizá no tan locas, se desacostumbró a lo acostumbrado, cambió radicalmente la rutina diaria, ahora que todo vuelve lentamente a la “normalidad”, se pregunta ¿cuál es esa normalidad?, el mundo sigue girando, pero la peste aún no se ha ido y aparecen variantes y más variantes de variantes y variedades de variantes y... ¡¡¡la locura tras la locura!!! 

Es necesario un poco de aire fresco, acostumbrarse a nuevas rutinas, pero el mundo, el allá afuera la preocupa, el perder la paz, la felicidad. 

Y luego nuevos problemas, llamadas telefónicas, largas esperas con la maquinita en la oreja que dice y repite cada minuto: “TODOS LOS OPERADORES ESTÁN OCUPADOS”, y sigue esperando mientras esa letanía de frases repetidas le da sueño, aburrimiento, cansancio, ese agotamiento mental que absorbió las ideas ¿por hoy? 

Ya tiene que preparar la cena y tampoco se le ocurre qué, tal vez lo solucione con una omelette de jamón y queso con ensalada, pero escribir es otra cuestión, no puede poner una sartén y tirar un par de huevos sobre su cabeza, eso sí que no..., será mejor que deje todo para mañana, a lo mejor las musas regresen y pueda escribir algo que valga la pena ser leído.




Patricia F.

 

jueves, 26 de mayo de 2022

Luis Armstrong comió polenta (por Rosana)

 

Molí nos reta a relatar sobre los 60, y aquí va mi aporte y mis recuerdos. Todos no entrarían en una sola entrada.




Luis Armstrong comió polenta (por Rosana)

Nos sentamos todos alrededor de la mesa. Jamás almorzábamos en mi cocina. La cocina que estaba en el primer piso del departamento que era mi casa y años más tarde, se convertiría en la habitación de mis abuelos porque el río había ya entrado varias veces y dejaba sus huellas por toda la planta baja, firmando cada baldosa y las paredes con el alquitrán que quedaba depositado una vez que se retiraba, pero ese, ese día era especial y la tele estaba ahí y no en otra parte de la casa, estaba en mi cocina.

Cierro los ojos y tengo recuerdos en blanco y negro, tal cual era esa época. Corría 1969 y a mis casi siete años, el televisor lleno de grises esfumados se había convertido en mi mejor amigo. Había llegado al pais en 1951, pero a mi casa, después de 1963. Tenía lámparas que se agotaban o se quemaban bastante seguido y cada vez que ocurría, mis lágrimas inundaban la superficie que ocupara en ese momento; mis lágrimas o mis gritos siempre fueron muy convincentes y con tal de no escucharme más, mi padre volaba hasta Avellaneda a comprar el foco que le devolvería la vida a mi amiga predilecta: la televisión. Confieso que sigue siéndolo, pero por favor, no lo cuenten.

Retomemos porque me voy por las ramas o por las lámparas y no terminaré de contar que ese 20 de julio de 1969, el Apolo 11 alunizó y Luis Armstrong salió por la puertecita y se metió en mi cocina para almorzar con todos nosotros la gran polenta que la nonna había hecho para la ocasión: para ver con la boca muy abierta, mientras salpicábamos polenta entre nosotros, porque estábamos tan asombrados que las exclamaciones eran con la boca llena de maiz con tuco.

Los famosos colores blanco, azul y rojo llenos de estrellitas (varias menos que ahora), se veían blancos y negros. Esa vez, no lograron provocar la contaminación visual que provocan en cada serie o película de su origen. 

Qué bueno haber tenido casi siete...Qué bueno que en esas épocas nos creíamos todo. Qué triste entender después de muchos años, muchos, que hasta con la redondez de la luna pudo haberse especulado y enfrentado a los rusos...Qué raza rara somos no? Jamás nos alcanza con lo que tenemos, somos capaces, o mejor dicho, son capaces de montar escenarios teatrales hasta por afuera de las órbitas. 

martes, 24 de mayo de 2022

Un deseo amarillo y rojo se bambolea - por Rosana

 Por cuestiones que no vienen al caso, llegué tarde al relato juevero, pero había podido escribir unas pocas líneas que guardé. 

Una de las frases del Demiurgo de Hurlingam, decía algo así como que había que imaginar que había detrás de una cortina amarilla y roja. 

El producto final, tengo ganas de publicarlo aunque sea fuera de tiempo y aquí está...

Imagen extraída de la Web




Un deseo amarillo y rojo se bambolea
Le habían recomendado un gramos, sólo un gramos, pero el sueño no llegaba. Le dolían los párpados de tanto apretarlos y hacer fuerzas para conciliar el sueño y nada. 

Dos gramos, probemos con dos gramos, convoquemos nuevamente a Morfeo. Me está tendiendo una terrible trampa, una trampa imperdonable. Le confesé horas antes de acostarme que me sentía endiablado, deseoso de carne humana. Lo que fuera me vendría bien. Me dijo que vendría, transmutado a consolarme, que comenzase con un gramo de esto que no sé cómo se llama y en cuanto el sueño arribase, llegaría transformado y ni yo podría creer en lo que iba a poder  vivenciar.

Prometió que satisfaría hasta el deseo más morboso y no llega: ni el sueño, ni la trasmutación de Morfeo, ni la satisfacción.

No  soporto más este deseo que me invade. Siento que todo arde, desde la punta de mis pies, hasta la uña del dedo meñique. El resto, podrán imaginarlo, para qué los detalles cuando la mente puede diseñar el más bello film sin sonido, pero con todo el placer del mundo.

Dos gramos...los coloco en mi boca los acompaño con la última copa de wiski, ya no queda ni una gota. Si exprimiese la botella, me cortaría las manos con el vidrio y temo necesitarlas si rápidamente no llegan. Me urge el placer. 

Me mintió. ¡Por todos los Dioses del Olimpo juntos! ¿Cómo puede mentir un ser sobrenatural? Un ente creado para vaticinar el futuro, para tomar entre sus brazos a quien sea y lograr, arrullándolo, que concilie el sueño.

El sueño, el sueño jamás llegó. He dormido, eso quería, pero...Pero esa cortina amarilla y roja no estaba allí cuando hicimos el pacto. Me ordenó que quedase quieto en mi sillón, que dormiría muchas horas y mientras tanto dijo que  soñaría que la tengo, que la poseo, que entrega toda su perfección y sus formas a mis deseos. Yo  cumplí...la cortina. La cortina se bambolea delante mío. Es una atrevida odalisca que intenta envolverme y llevarme. Morfeo dijo que no me moviese de aquí.

Temo enloquecer...¿Cuál será el castigo por desobedecer a los dioses? Sé que no debo hacerlo. Sé que debo apretar bien las piernas y someterme a lo que se me indicó, pero el deseo urge y me lleva a traspasar los colores que me dicen que desobedezca.

La abro...no puedo creer lo que veo: la belleza se postra ante mí en todo su esplendor. Jamás vi belleza tan magnífica: ni un sólo gramo de más. ¡Una escultura! ¡Rostro perfecto, pechos perfectos, caderas perfectas, piernas más perfectas todavía!  La luz es tenue y la falta de transparencia aumenta mis ganas y abre mis fauces haciendo que hilos de saliva recorran mi cara...

La enfrento y cuando quiero recorrerla, tocarla, penetrarla...Se agacha y se desviste y me invita y me voy resbalando lentamente y quedando tieso y nada puede hacer que mi miembro recupere el estado y lloro y me caigo y me enfrento a ella que no es ella. Enjugo mis lágrimas, guardo mi virilidad, levanto la mirada y Morfeo lanza carcajadas tóxicas al aire, cada vez más agudas...y el eco de la risa me trae la frase de la derrota: "¿Cuál había sido tu pedido? ¿No dijiste acaso que lo que fuera te vendría bien? ¿Cuál es tu concepto de "lo que fuera"? No  aclaraste jamás. No todo lo que reluce es oro...intenta soñar con seres reales, abandona el deseo del plástico inflamado y tal vez, logres, una felicidad inesperada"

lunes, 23 de mayo de 2022

 Locura Pasajera ( por Susana)

Hola a Todos: Hace un tiempito que no andaba por aquí pero hoy volví con la intención de participar del reto del Blog de Lidia del mes de mayo.

Disfrutenlo como yo y denle mucho amor. Ahí va.

     Querida amiga: no sé si será real pero acabo de ver por la ventana un asteroide pasar. En él iba montado el principito. Aquel personaje que amo con locura y que me trae reminiscencias de mi juventud. No sé si es verdad o es producto de esta locura que tengo, pero lo vi. Iba vestido de verde esperanza y sostenía en sus manos aquella rosa que simbolizaba nuestra amistad. Esa amistad que duró toda la vida. ¿Será locura o realmente lo habré visto?

      Estoy feliz porque existe, no solo en ese libro dorado sino en mis emociones, en mi pensamiento, en mi locura que este mundo trajo a mi vida.




Uno entre miles. (Por Patricia F.)

  Este jueves la propuesta vuelve de la mano de Neogéminis.  Mónica nos desafía a escribir un relato titulado: 1 entre 1000, después de much...