miércoles, 6 de septiembre de 2023

Fiestas patronales. (Por Susana)




Esta semana me sumo a la propuesta juevera de Campirela donde nos propones hablar sobre fiestas patronales, a mi me inspiró el recuerdo de un amigo, que ya no está y que era fundamental en las fiestas patronales de mi barrio, espero les guste.


Fiestas patronales.(Por Susana)


Qué podría contar de las fiestas patronales de mi parroquia. Millones de momentos, anécdotas e instantes que quedarán en mi alma el resto de mi vida.  Pero, hoy quiero recordarte especialmente a vos, hermano mío, el muchacho de la sonrisa enorme que cautivaba a cuanta chica pasaba por ahí. Fuiste especial para mí y mi familia. Mi hijo te decía tío. Te amaba y te admiraba y lo mimabas mucho.

Dabas el portazo para entrar al templo y sin darme vuelta sabía que eras vos.

Inmediatamente te arrodillabas ante el Santísimo y luego, a trabajar desde temprano para que todo estuviera perfecto para que el momento que nuestra Santa comenzara a recorrer las calles de nuestro barrio.

Todo adornado minuciosamente. Estabas en todos los detalles. Y no podía faltar tu canción preferida en el ofertorio, sobre todo esos días especiales. Cómo te gustaba cantar. Te quiero desde mi alma hasta la tuya. Siempre estarás en mi corazón. Nos volveremos a encontrar y seguramente seguiremos riendo juntos. Te abrazo fuerte, fuerte.

                                                     Susana

lunes, 4 de septiembre de 2023

El tintero mágico.(Por Patricia F.)







Esta vez el blog el Tintero de Oro junto con el blog VadeReto nos proponen escribir un microrrelato de 250 palabras, donde él o la protagonista es un escritor/a desesperado/a por falta de inspiración, recurre a un tintero de oro que en un mensaje grabado le ofrece que todo lo que pida lo verá por escrito, pero...hay letra pequeña...







El tintero mágico. (Por Patricia F.) 


Cuando la inspiración lo abandonó, Reginald decidió sacar de la caja fuerte el tintero de oro que recibió como regalo al publicar su primer libro, prometiendo que jamás sus musas lo abandonarían al usarlo y que podría escribir sin parar hasta terminar su mejor novela, la que haría que su nombre sea por siempre recordado en la historia de los mejores escritores. 

Al tomar la pluma y comenzar la escritura, ya no pudo soltarla, no tenía hambre, ni sed o sueño; tal eran sus ansias por escribir. 

Su sirvienta preocupada llamaba a su puerta, él respondía que estaba trabajando, que por favor no lo molestara. 

Tan rápidamente su mano iba del tintero al papel y del papel al tintero, esa tinta roja ejercía una fascinación sobre él y no podía parar. Sin dudas, pensaba, el tintero y su tinta eran mágicos pues nunca sintió en su cuerpo ese poder. 

A medida que pasaban los días su cuerpo se debilitaba, pero no su mente que febrilmente dictaba a su mano. 

Al cabo de una semana encontraron a Reginald reclinado en el respaldo del sillón de su escritorio con una sonrisa en los labios, sus hojas prolijamente apiladas en lo que sería el manuscrito de su libro sobre su mesa de trabajo, la mano asiendo fuertemente la pluma, la lividez de la muerte en sus pupilas. Debajo del tintero en letras pequeñas podía leerse: “Con tu sangre escribirás hasta el final de tu vida”  







 

Uno entre miles. (Por Patricia F.)

  Este jueves la propuesta vuelve de la mano de Neogéminis.  Mónica nos desafía a escribir un relato titulado: 1 entre 1000, después de much...