miércoles, 21 de diciembre de 2022

Feliz Navidad y Feliz 2023

¡¡¡Muchas Felicidades a tod@s nuestr@s seguidor@s y lector@s!!!






Se acerca Navidad y prontamente el nuevo año, época de balances, reencuentros, de alegrías y también añoranza por quienes no están a nuestro lado.

Época de renovadas esperanzas, de reuniones con amigos y familiares, muchos estarán solos seguramente, para tod@s va este brindis desde nuestro blog de Artesanas,  deseándoles muchas felicidades, una hermosa Navidad y un excelente 2023. ¡Qué el nuevo año venga cargado de esperanza, salud y paz para todos!

Nos reencontraremos sin dudas en pocos días, nos tomamos este descanso festivo para compartir con nuestros seres queridos y descansar, para volver con nuevas energías. Por aquí el verano ya se hizo presente con todo su esplendor y calor.





Salud, un brindis con tod@s y para tod@s, felicidades.

                                                             Rosana, Susana y Patricia


lunes, 19 de diciembre de 2022

La boda ( por Susana)

 Hola a todos: hoy me toca contarles lo que viví el finde, que fue tan emocionante y tan feliz para mi. La boda de mi sobrino del alma. Espero que les guste. Yo amé el momento, lo disfruté muchísimo, bailé muchísimo y reí a más no poder. Denle mucho amor. Abrazos para todos.




     Llegamos temprano a la parroquia. Le habíamos

 dicho a Pit que ahí íbamos a estar. Me tocaba leer la

 lectura, así que en cuanto llegue me acerqué al altar,

 después de saludar a mis hermanos y repasé ese

 bellísimo texto que me tocaba recitar para todos los

 presentes, Tb 8, 1-8. No dejaba de imaginármelos

 sentaditos juntos frente al altar. Tomados de la mano,

 escuchando con mucha atención. Me pasaron por la

 mente montones de momentos a lo largo de la vida,

 mientras lo vi crecer. Mi garganta se anudó. Pero seguí

 repasando. No podía llorar, cómo iba a leer si lloraba.

     Luego, fui entrando y saliendo muchas veces del templo mientras esperábamos a la novia. Se hacía desear, como corresponde. No podía imaginármela. Así que simplemente esperé que sucediera.

     Una vez que nos avisaron que había llegado nos sentamos en nuestros lugares. La guía nos invitó a ponernos de pie y allí la vi bajar desde lejos del auto. Mi garganta se atragantaba con las ganas terribles de llorar. No podía más de la emoción. Se casaban mis sobrinos tan queridos por mí.

    Traté de controlarme porque enseguida iba a tener que leer. Cuando llegué al altar y comencé no pude mirarlos a los ojos porque no iba a poder. Así que continué hasta el final. Reverencié la Palabra al bajar y volví a mi lugar.

     No pasó mucho tiempo hasta que anunciaron los votos de los novios. Ellos sacaron sus celulares y él comenzó a pronunciar las palabras que le regalaba a ella con tanto, tanto amor que podía palparse.

     En el lugar que estaba podía ver bien cada mirada. Luego, ella comenzó a hablar, a leer, hasta que en un momento dijo, uh me perdí. Pero eso no importaba porque empezó a hablarle desde su corazón. Tantas palabras dulces, tantos deseos, tantas promesas que mis latidos no entraban en el pecho. No pude más y las lágrimas salieron de mis ojos como cataratas. No podía dejar de recordarlo tan pequeño, durmiéndose a los pies de la batería mientras ensayábamos para los conciertos. No podía dejar de recordar cuando no quería la pizza con queso, pero sí las empanadas de queso. No podía dejar de ver a aquel niño que se había convertido en este maravilloso hombre, fiel, bueno, honesto, amigo de sus amigos, tan amoroso con todos nosotros. Tan leal al momento de la compañía o la ayuda. Tan silencioso al momento de escuchar, tan silencioso al momento de guardar un secreto. No podía dejar de verlo tan transparente y tan amado por mí.

     Luego, los peques de la familia entraron los anillos que uno al otro se pusieron. Sellaron su amor para siempre y puedo asegurarles que es para siempre. No son como los jóvenes de hoy para los que todo es tan pasajero. Ellos construyeron sobre la roca, ellos construyeron sobre Cristo y su amor será tan duradero como Dios mismo, hasta que la muerte los separe.

     Los amo chiquis muchísimo. Que el Señor los llene de felicidad, de amor, de consuelo cuando lo necesiten, pero sobre todo de fortaleza. Aquella fortaleza que necesitamos para transitar la vida. Que así sea.


Uno entre miles. (Por Patricia F.)

  Este jueves la propuesta vuelve de la mano de Neogéminis.  Mónica nos desafía a escribir un relato titulado: 1 entre 1000, después de much...