miércoles, 6 de diciembre de 2023

Puentes. (Por Patricia F.)

 

Este jueves la convocatoria la propone Molí del Canyer, "CRUZANDO EL PUENTE" con un máximo de 350 palabras.

A mi me inspiró un pequeño monólogo de puentes que vi o crucé en mi vida, espero que les guste mi conversación escrita.







Puentes. (Por Patricia F.)

Aquel puente de madera que unía ambas orillas del río y cada día cruzaba para ir al colegio, se tornaba resbaloso en los días de lluvia, amenazando con tirarnos a las oscuras aguas. Era una especie de pasarela, construida por los vecinos que aguantó por años los embates del tiempo. 

Aquel otro de cemento que también unía las mismas orillas, pero en la otra punta del río, para pasar con autos, vaya a saber quién lo construyo, pensé que nunca desaparecería y unos años atrás también desapareció. 

Recuerdo la pasarela colgante de madera y sogas sobre un arroyo en el sur, caminar por ella era como columpiarse en una hamaca gigante, mientras debajo corría sin para el agua cristalina del arroyo, mientras jugaban a las escondidas entre las piedras pequeñas truchas. 

El puente del Obispo en el barrio gótico en Barcelona, simplemente me enamoré cuando lo conocí, fue como viajar en el tiempo. 

O aquella romántica película “los puentes de Madison” que me encanta con una de mis actrices preferida Meryl Streep. 

Esos románticos puentes repletos de candados esparcidos por el mundo simbolizando el amor, la unión de dos seres que se aman. 

Miles de puentes que suben y bajan, que serpentean según el capricho de quién lo diseñó. 

Tantos puentes he transitado en mi vida, de madera, cemento, colgantes, pero hay uno que quizá sea el más difícil de cruzar. Ese puente transparente, frágil como un cristal que te transporta a ese más allá donde otros ya han cruzado. 







 

domingo, 3 de diciembre de 2023

La magia oculta de Jennifer.(Por Patricia F.)



Este último mes del año el blog El Tintero de Oro, en su concurso de relatos, 39 edición, Harry Potter y la Piedra Filosofal de J.K.Rowling, nos propone  el reto de escribir un relato mágico de 900 palabras, sobre un mago o bruja joven que no sepa de sus poderes extraordinarios, hasta que en un momento clave de su vida los descubre.

Recomiendo leer el cuento escuchando la música que aparece al final de la historia.




Cuando vi la propuesta me gustó mucho, pues es una historia que hemos seguido completa con mis hijos desde pequeños y hemos compartido las películas, por años, cumpleaños temáticos. Les cuento que mi historia se desprende de un micro relato que escribí la semana anterior para la convocatoria de otro blog, sobre supersticiones, mi protagonista me vino como anillo al dedo para esta historia.
(Aquí abajo dejo el enlace por si les interesa ver el micro, el comienzo de la historia)




La magia oculta de Jennifer. (Por Patricia F.)

 

... “Algún día, mi pequeña, harás tu magia y cambiarás los pensamientos de la gente, lograrás cambiar al mundo” …

Eso siempre le decía su nanni, cuando la encontraba triste o llorando por las burlas de sus compañeros de escuela. 

Absorta en esos pensamientos estaba, mientras Black, su gato, la observaba desde la comodidad de su cama. Él la conocía e interpretaba sus pensamientos mejor que nadie. 

Acababa de cumplir catorce años, había llegado el momento de partir, esa noche su abuela le reveló el secreto que la dejó perpleja. 

Sus padres no habían muerto, pero debieron marcharse a cumplir con su destino, cuando la reina hada, Evelyn se los ordenó.  

Meredith, su abuela era la hermana menor de Evelyn, cumplía las tareas de cuidar y supervisar las plantas y flores curativas del bosque, pues como princesa tenía esos poderes. Cuando su hija Brigitte se enamoró de un elfo llamado Celegorm hijo del rey Angrod debió enfrentar la ira de su tía, pues ella odiaba al rey elfo y soñaba con que un día su sobrina la reemplazaría en el trono, ya que ella no tenía hijas. 

Su ira aumentó cuando supo que Evelyn estaba embarazada, la mantuvo encerrada en el castillo hasta que nació su hija, al verla tan blanca y de pelo tan rojo, con el pequeño lunar en forma de corazón en la nuca, supo que la pequeña Jennifer era un hada de sangre real, no contaminada con sangre élfica. Por lo tanto, decidió separarla de su madre a quién envió a custodiar los bosques del norte con su ejército de hadas y envió a la pequeña con su abuela a vivir en tierras lejanas hasta cumplir la edad de catorce años, si su abuela notaba indicios de inclinaciones mágicas, entonces y sólo entonces podrían volver. 

Ahora sí las palabras de su nanni tenían sentido... 

Primero y principal ella no era una simple niña huérfana, para empezar sus padres no estaban muertos, simplemente debieron dejarla al cuidado de Meredith cumpliendo con su destino. 

En segundo lugar, su abuela sólo tenía permitido volver en el momento preciso, si observaba que la niña tenía las cualidades necesarias para ejercer la magia. 

Tercero, esas visiones y sueños no eran producto de su imaginación, sino avisos de la mente, preparándola para lo que se avecinaba. 

Por último, Black no era un gato común y corriente como ella pensó al encontrarlo, hacía un año ya. Él se comunicaba con ella con la mirada, sus grandes ojos amarillos podían transmitir sus pensamientos, a veces así se quedaban ambos atrapados en largos diálogos de miradas. 

Jennifer sabía que en la siguiente luna llena aparecería ante ellas el portal mágico, que les permitiría el acceso a los bosques y al castillo de la reina Evelyn, su tía abuela, quién autorizaría a su preparación como una dríada o una poderosa hada, hechicera cargada de magia, sólo el poder de su mente y manos responderían a eso una vez iniciada en su aprendizaje. 

Así pasaron dos días con sus dos noches, mientras Jennifer seguía con sus cavilaciones, cuando Meredith le anunció que la luna ya estaba en el zenit, era el momento, salieron juntas al jardín con Black pisándoles los talones y ante sus ojos se abrió un portal que simulaba una cueva oscura, pero de cuyo interior salía un aroma a tréboles en flor, música y un anhelo ferviente, una ensoñación. 

No bien pusieron los pies del otro lado aparecieron en el interior del Magic Castle donde ya las estaban esperando y luego de examinar a Jennifer decidieron que era apta para iniciar su aprendizaje, y así comenzó la tarea... 

…"Tus manos, tus ojos, tu psiquis encierran el poder. En nuestro espacio la magia se domina con la mente, no usamos llamativas varitas como los engreídos magos ni las hadas de mundos superfluos. 

Somos superiores, cuando seas iniciada tu poder será tan grande y más poderoso que un ejército de mil hombres”  

Un año pasó ejercitando su mente, moviendo cosas con ella, en sus diálogos secretos con Black, él le mostraba cosas que solo ellos podían ver y las ansias de poder de ella iban en aumento. 

Faltando pocos días para cumplir sus quince años, su abuela le enseño la danza y canción que realizaría esa noche especial junto a otras iniciadas. 

…"Danzamos por la primera hechicera, la Luna, reina madre omnipresente en nuestras vidas. Por ella es que cantamos cada día y danzamos en las noches que con su blanca palidez nos ilumina. 

     En las tierras altas, en los densos bosques, en el mar profundo, en los rocosos acantilados, por caminos oscuros, ella nos guía. Por eso danzamos, por la primera hechicera, la Luna, nuestra guía...” 

La tan esperada noche llegó y las jóvenes marcharon con velas al círculo mágico, guiadas por las sacerdotisas y seguidas por la reina, Meredith y algunas hadas como testigos. 

Comenzó la danza, con giros concéntricos y cantos, hasta recibir la bendición. 

Allí Jennifer comenzó un nuevo y mágico camino en su historia, junto a la férrea decisión de buscar y encontrar a sus padres.

 

 



Culmino con música de Loreena McKennith.

Uno entre miles. (Por Patricia F.)

  Este jueves la propuesta vuelve de la mano de Neogéminis.  Mónica nos desafía a escribir un relato titulado: 1 entre 1000, después de much...