Pequeños tesoros. (Por Patricia F.)
Hace un par de días, encontré guardada en un placar una bolsa que me había dado mi madre varios años atrás; por las vueltas de la vida (que son muchas), me había olvidado por completo. Así que, buscando otra cosa la encontré, fue una sorpresa inesperada y a su vez no sólo me embargó la emoción, sino también la alegría.
Pensé que de alguna manera ella se estaba comunicando conmigo, pues hace quince años que mi mamá partió a otro plano y hoy 21 de mayo es su cumpleaños, así que una linda manera de homenajearla es dedicarle este texto.
Mucho de todo lo que sé, lo aprendí de ella, a bordar me enseño de muy chica, por ejemplo (lo que me permitió zafar en las clases de bordado, con las monjas del colegio), pero volviendo al tema, en esa bolsa encontré todos sus hilos de bordar, muy antiguos, un mantel bordado por sus laboriosas manos, unas pequeñas piezas tejidas en hilo al crochet - que vaya a saber uno cuál habría sido su idea -, lo que sé seguro, es el destino que le voy a dar, un pequeño cuadro sin dudas. Me gusta hacer manualidades y ya tengo el proyecto en mente.
Entre tantas cosas, pequeños objetos: bolitas, una moneda de 1963 (año en que nací), un anillo y un colgante con forma de mate de mi adolescencia, algún muñequito, botones antiguos y algo que creía perdido, los gemelos que pertenecían a mi abuelo. Esos gemelos que recordé hace un tiempo atrás y pensé que estaban perdidos.
Es increíble como las cosas, los hechos en la vida se van dando por eso creo que mi madre quiso recordarme estas cosas, para que no olvide nunca que desde algún lugar sigue conmigo, cuando florece alguna planta que tengo de las que ella me había regalado, sé que me dice que nadie se va definitivamente.
Mientras mantengamos vivos los recuerdos en el corazón y en la mente, nuestros seres queridos nunca se van del todo; hoy estoy festejando su cumpleaños, abrazándola con mi alma y dándole las gracias por todo lo que me enseño, por su amor, por ser mi madre.
Donde estés Sara Geraci, Sarita o Pirula, como te llamaban los íntimos, ¡¡¡SALUD!!!
Patricia F.