Esta semana en el desafío de los relatos de los jueves, El Demiurgo de Hurlingham nos propone "Citas metahumanas", donde nos propones una serie de frases extraídas de historietas y otros sitios, elegir una y escribir un relato que no supere las 350 palabras, como no puedo con mi genio elegí más de una para mi micro relato, porque logre enlazarlas bien.
Entre frases. (Por Patricia F.)
Allí estaba, en el fondo del último cajón de su escritorio, debajo de unos papeles, se había olvidado de su existencia hasta que un hecho fortuito sucedido esa mañana se lo recordó.
Era un viejo cuaderno de apuntes donde su abuelo anotaba frases para él importantes y que le habían servido en diferentes etapas de su vida.
Al abrir la ajada tapa, al azar, la primera frase le apuñalo los ojos: "Solo se necesita un mal día para convertir al hombre más cuerdo, en un lunático”.
- Caray abuelo, pensó, sí que tenías razón hoy realmente no solo me siento, sino que parezco un lunático. Sin dudas ya pasará.
Se sentó y siguió hojeando el cuaderno: “La locura es la respuesta cuerda a la realidad”.
- Si, claro, seguro que sí, ¿puedo estar tan cuerdo como para dar un portazo y renunciar a mi empleo? Realmente ahora no estoy seguro de mi reacción, solo sé que a mí no me gustan los negocios turbios y ahí algo no olía bien, por eso renuncié.
Pero ¿ahora qué...?
Le pareció escuchar la voz de su abuelo en aquella frase: “No importa cuantas veces caigas, lo importante es levantarse una vez más y seguir adelante con valentía".
- Quizá tengas razón abuelo, necesito levantarme y buscar un nuevo camino, después de todo al finalizar la lluvia siempre asoma un arco iris.
Borrón y cuenta nueva.
Entonces la última frase golpeó su cabeza, como el martillo de un juez al dictar sentencia: "Los sueños nos salvan. Los sueños nos elevan y nos transforman. Y juro con el alma, que hasta que mi sueño de un mundo donde dignidad, honor y justicia se convierta en la realidad que compartimos, nunca dejaré de luchar. Nunca”.
Cerró las amarillentas páginas del viejo cuaderno, se quedó observándolo y se dio cuenta de que fue como si hubiera estado conversando con el abuelo.
Ahora veía todo más claro y sabía qué camino seguir.