Hola a todos esta es mi participación para nuestra propuesta de este jueves 18 de septiembre: "Fin de semana diferente".
Acompaño con una canción que creo va perfecto con mi historia, espero les guste.
Ni auto, ni tren; avión. (Por Patricia F.)
Él es piloto y ama volar, ella se fue acostumbrando y el auto cedió lugar al avión en esas escapadas cortas de fin de semana.
Allá vamos...
Puede ser a algún aeródromo en el medio del campo, a la Laguna de Chascomús, a algún balneario cercano de Buenos Aires o la Isla Martín García.
Mate en mano, la idea es disfrutar desde el primer momento, pues los paisajes son bien diferentes desde esa perspectiva, cruzar campos perfectamente diagramados en cuadrados y rectángulos que solo desde el aire se pueden apreciar, la inmensidad del Río de la Plata con sus aguas marrones y ahí nomás a un salto la costa de Uruguay, pero si seguimos hacia el sur se encuentra la perfecta división de aguas, el marrón se torna azul-verdoso y el mar hace su aparición.
Esta vez la escapada es a Brandsen, un pueblo de campo a 60 km de Buenos Aires, llegamos al aeródromo en medio del campo, bajamos nuestros petates (léase: reposeras, empanadas, mate, un buen libro) y a la sombra de las alas del avión, hacemos nuestro picnic. En el silencio de las primeras horas de la tarde solo los pájaros se escuchan, una bien merecida siesta y el relax de la inmensidad de la pampa húmeda.
Mi mirada danza con las nubes que corren en diferentes direcciones, por estar a diferentes alturas, el viento juega con ellas y yo vuelvo a ser otra vez niña por un rato, descubriendo las imágenes que dibuja sobre el lienzo celeste; mi vente divaga recordando a todos los amigos que hicimos gracias a los vuelos y tantos momentos compartidos, divertidos y otros tristes, muchos de esos amigos ya volaron alto, más allá de esas nubes, sonrío al cielo por si me están mirando.
Respiro profundo, aire de campo, comienzan a aparecer las primeras flores silvestres que anuncian la próxima primavera, margaritas, tréboles y varias más, movidas por la suave brisa y el zumbido de las abejas que ya comienzan a estar activas.
El regreso es más relajado, unas horas al aire libre en la naturaleza, hacen maravillas.
El próximo fin de semana..., ya veremos el destino.














