sábado, 16 de abril de 2022

ESE SOLITARIO EDIFICIO. (por Patricia Fulvey)

 Ese solitario edificio. (Por PATRICIA F.) 




Allí está él, en esa esquina de Almirante Brown, en La Boca, solitario; solo queda en pie la fachada que detrás de las pintadas, suciedad y deterioro, deja vislumbrar lo que alguna vez fue... un elegante edificio, de bella arquitectura fundado en 1872, el Banco de Italia y Río de la Plata. Construido por inmigrantes italianos, que necesitaban un lugar para depositar sus ahorros; una entidad que supo ser de las más importantes de Argentina, allá, a comienzos del siglo pasado. 

El paso del tiempo, las debacles económicas, ese vaivén que suele sufrir el país hicieron que, con los años, ese edificio dejara de funcionar como entidad bancaria para terminar siendo un edificio tomado por familias sin recursos hasta el incendio que trágicamente terminó con su interior y con varias vidas humanas. 

Sólo queda una sombra de lo que alguna vez fue, ahora habitado por los fantasmas de las diferentes tragedias y como todo en la vida cambia, en su interior crecen árboles y arbustos, que asoman por los huecos de las ventanas. 







Hoy por primera vez me detuve a observarlo, mientras esperaba la pizza que fui a comer en la esquina de enfrente, en la emblemática pizzería “Banchero”, que data de 90 años atrás, otro testigo de lo que alguna vez “fue” y ya no “es”. 










Mientras miraba, pensaba, el año en que se fundó ese banco, fue el mismo que mi tatarabuelo, proveniente del Piamonte (Italia) llegó precisamente allí, a La Boca. Pude imaginármelo con ojos maravillados viendo todo, incluso esa esquina, tierra de promesas, donde criaría a sus hijos. 

Muchos pensamientos surgieron, también nostalgia, algo de tristeza, a tal punto que cambié mi texto de hoy por este que estoy escribiendo ahora, y las fotos que les comparto que saqué, una salida familiar a veces puede transformarse en un camino de nostalgia. 





viernes, 15 de abril de 2022

Soñar despierto - Por Rosana

 

Me han salido unos versos para participar en los relatos Jueveros. Nos convoca LA TRASTIENDA DEL PECADO y nos propone "SOÑAR DESPIERTOS"


Calmayo - Valle de Calamuchita - Córdoba

Calmayo - Valle de Calamuchita - Córdoba


Hoy pinté un cuadro que veré en otro tiempo

Y mientras lo pintaba, soñé despierto

Tomé bulbos de dalias en lugar de pinceles

Enterré mis manos en la tierra húmeda

Puse dalias blancas al lado de las cenizas de mi madre

y un poco más allá, naranjas y amarillas.

En mi mente los colores se iban esparciendo

La lluvia hará lo suyo...y también el viento

Los colores de otoño se irán reverdeciendo

Las copas de mis árboles se peinarán de nuevo

Mi cuadro se renueva, no es estático, es puro movimiento

A veces lo visitan las abejas hambrientas

Y varios colibríes aletean sedientos.

Mi obra no será para nada famosa, ni será admirada en ningún museo

Ni se invertirán millones en tenerla...mi obra es mía y suya y de quienes nos sigan

En mi mente no soy este...ni soy niño...soy otro

La naturaleza le irá poniendo los colores que quiera

Me llevo a la ciudad mi cuadro metido en los ojos

A veces somos dos los que miramos, otras no... y es ahí

cuando agudizo la mirada y se torna nostalgiosa, 

Porque debemos ser dos por mucho tiempo...

Mucho tiempo hemos soñado este cuadro tan nuestro

Que somos parte, espectadores, protagonistas pintores

En este sitio de cuentos. 

miércoles, 13 de abril de 2022

 

   El oro azul (por Susana)

 

     Esa tarde estaba en el bosque casi sin fuerzas para seguir. Solo apretaba en su mano aquella piedra tan azul que había encontrado entre el césped perdida. Le había llamado la atención el brillo entre el verde de las plantas. Al agacharse a levantarla un polvillo la atontó. Y comenzó a divagar sin rumbo. Caminó hasta internarse y vio como aquel unicornio se acercaba con su crin tan larga. No sabía adónde ir, así que subió al maravilloso animal. El siguió internándose y de pronto, algo lo asustó y comenzó a correr. Al llegar al lago se detuvo de golpe lo que hizo que la niña cayera de bruces al suelo. Miró a su alrededor y sin reconocer el lugar, comenzó a abrir sus sentidos el olor a esas maravillosas flores que la rodeaban. Alhelíes. Recordó que debía entregar aquella piedra hallada a su padre. Él sabría qué hacer con ella.


Y a quí va mi aporte al desafío de Abril de El Blog de Lídia

Denle mucho amor porque me encantó escribirlo. Abrazos. Hasta la próxima entrada.

domingo, 10 de abril de 2022


Más participaciones, qué bueno






 Van llegando más anécdotas a este desafío de los desayunos domingueros y queremos compartirlas y agradecer a los que se van atreviendo a participar.

     La primera nos llegó vía facebook por Ainhoa Alaiza, en nuestro grupo de Artesanas de la Palabra: 

"El recuerdo de la época escolar que recuerdo con mas cariño es el de mi tutora de primero la señorita Paz que en solia quedarse en el recreo en clase y yo solía venir antes de la hora para conversar con ella sobre la lectura y los libros. Fue un aliciente para que ahora me dedique a escribir y a mi afición por la lectura."

      Y luego, nuestra amiga Chelo en su blog Pasatiempo, una ventana al mundo

Vayan a darle mucho amor a las dos. Genial que vayamos creciendo en estos desafíos que nos gusta tanto preparar. Un placer leerlos y disfrutarlos. Los seguimos esperando hasta la proxima semana donde publicaremos el siguiente de la mano de Rosana que es la hacedora de estas maravillosas entradas.

     También tuvimos el  gusto de leer a nuestra amiga Mascab. Nos dejó su anécdota en su blog La rebeldía de una cincuentañera. Corran a leerla, disfrutenla como lo hicimos nosotras. Abrazos. Hasta la próxima entrada.

Uno entre miles. (Por Patricia F.)

  Este jueves la propuesta vuelve de la mano de Neogéminis.  Mónica nos desafía a escribir un relato titulado: 1 entre 1000, después de much...