sábado, 19 de febrero de 2022

Luna fugitiva (por Patricia F.)

 Luna fugitiva (por Patricia F.) 


(Una noche de luna llena, en el patio de mi casa)


Ella, silenciosamente, irrumpió en la habitación y se metió en mis sueños, con su blanca frialdad me observaba desde el oscuro firmamento, condenando a la tranquilidad de mi sueño a transformarse en inquietud. 

Esa enorme luna llena se elevaba en el cielo del atardecer despidiendo al sol, que, desde otro punto cardinal se ocultaba en el horizonte, la que había visto desde mi auto en la autopista.  Ella se metió en mi mente, así sin pedir permiso. 

No podía dejar de mirarla y preguntar: - Bella dama de la noche, que en mis sueños te apareces ¿qué esperas de mí?... A ti señora de la noche, que hoy te muestras tan plena en tu belleza y a veces tan delgada, te confundes en los cielos diurnos, quizá tratando de abrazar a tu amor el sol, según cuentan algunas leyendas. 

Inmediatamente lo supe, yo, que desde mis soñadores adolescentes años la miraba con admiración surcar el cielo entre estrellas, filtrando su luz entre los árboles y a veces le pedía algún deseo... Ahora, comprendía lo que ella esperaba de mí, comencé a hilar palabras, formando frases hasta llegar a un texto.  Necesitaba papel y lápiz para escribirlo, porque seguramente al despertar, lo habría olvidado, se borrarían esas palabras de mi cerebro. 

En mi mente deseaba extender el brazo, agarrar la lapicera y el anotador que siempre tengo en mi mesita de luz, por si las musas nocturnas acuden a mí, lo intentaba, pero mi cuerpo relajado se negaba a responder. 

En esa batalla de sueños le hablaba, sabía que lo que me inspiraba era bueno, pero lentamente la conciencia se apoderó de mí y abrí mis ojos, ya había amanecido y como la luna fugitiva mis palabras se esfumaron. 

Por lo tanto, al despertar, como era de esperarse ninguna oración o letra recordaba, sólo una pequeña frase de una canción que solían cantarme de niña acudió a mí y que en su estribillo decía: “Luna lunera cascabelera...” 

 

jueves, 17 de febrero de 2022

Cada Jueves un relato

 Tarde, pero seguro dice el dicho popular. El jueves se va extinguiendo, pero sigue siendo jueves al fin.

Esta vez el reto viene de parte de NEOGÉMINIS, quien nos desafía a incluir las  frases destacadas en un texto de aproximadamente 350 palabras. 


Imagen extraída del blog de NEOGÉMINIS

Huellas en la arena (por Rosana)

Vi que tenía la mirada perdida. Decidí acercarme muy despacio, aproveché los rastros en la arena.

Años que no sentía la espuma del mar rozarme los pies. ¡Qué sensación tan placentera!  Hacía tanto tiempo que no vacacionaba en la costa.

No estaba preparada para semejante pérdida. A él no se lo dije, me fui, así, con lo que tenía puesto. Ni cuenta me di que manejé descalza y que me quedé vestida como estaba. Realmente no era lo importante.

La única presencia humana era la de ella. El revolotear de las gaviotas ávidas de alimento y el rompimiento de las olas, ambas melodías sonaban como una música infinita. Un sentimiento incierto comenzó a corroerme los huesos. En apenas un minuto, las imágenes de la tragedia pasaron por mi cabeza como una vieja película en blanco y negro. Ese que veía a pocos metros de mi era el muelle de piedras y recuerdos amorosos. Me senté a su lado. Tenía la cabellera desprolija, con la grasitud de varios días; los pies no sólo sucios de arena, debajo de las uñas podía entreverse tierra negra. Imaginé que había caminado descalza durante un largo tiempo. Entre los brazos sujetaba un ánfora antigua, milenaria diría yo, pero ella no se había dado cuenta. La mecía entre los brazos –“arrorró mi niño, arrorró mi sol” – No parpadeaba. Ese canto, casi susurro, era una voz en el silencio de esa tarde que podía estremecer hasta a un gigante. Su aspecto lastimoso y desalineado me llevaban a pensar que estábamos en universos paralelos.

La canción de cuna siguió sonando en el aire, ya no se veía su imagen. Me levanté, la busqué a mi alrededor, volví a seguir los rastros en la arena y me sorprendí cuando las huellas coincidían a la perfección con el tamaño de mis pies. Un ruido estruendoso me trajo a la realidad y vi el ánfora hecha pedazos. Las olas se llevaban los trozos, se los tragaban. Igual que la tierra se tragó el cuerpecito de mi niño. Comencé a caminar por la playa desierta. No estaba preparada para semejante pérdida. De él no me despedí, pero me adentré en el mar.

 


AROMA

 Contando las semanas con SINDEL

Para esta semana, la palabra elegida por Sindel es AROMA


Deberé cambiar de AROMA - (por Rosana)

Recién salgo de la oficina del abogado. Bajé temblando la escalera, un solo piso para enfrentarme a la puerta de salida que me hará ver el atardecer en Plaza de Mayo. Llevo el celular en la mano y en la mochila… Envío a mi amiga un audio mientras las típicas palomas se arremolinan alrededor de los canteros. En tanto que  lo  voy enviando, fijo la vista en el Cabildo…sueño con que soy parte de la colonia y que estoy en el siglo XIX.

-          Tengo el telegrama en el bolso, lo voy a enviar mañana porque ya es tarde

Giro hacia la izquierda, ese lugar me fascina cada vez que lo piso. La Iglesia de San Ignacio está allí desde que Buenos Aires era una aldea muy pequeña y al lado, El Colegio Nacional de Buenos Aires. Sé con certeza que anduve por esas escaleras de mármol en otra época, tal vez peleando para poder estudiar y enfrentándome a los hombres de ese momento porque como mujer, no podía ni pisar.

Tengo el telegrama en el bolso. Un papel que marca el límite entre mi situación activa, y mi situación pasiva

-          ¿Por qué te convertiste en docente? – Rezó la capacitadora los otros días, el lunes precisamente, intentando dar comienzo a esas tediosas sesiones de más de lo mismo

No llegué a responder porque mis colegas tardaron muchísimo en determinar por qué se habían convertido en docentes, escuché de todo y todo me asqueó un poco: porque era una salida fácil, porque la universidad era inalcanzable, porque no logré hacer el ingreso a la UBA. Los por qué eran como un juego completo de cuchillas tramontina serruchándome el alma.

Mi por qué lo pensé y no lo dije, no quise compartirlo, no lo hubiesen entendido: por el AROMA a escuela. El aroma a escuela es irreproducible, muy difícil de describir, porque no se puede acercar al olfato de nadie y decirle: olés, te gusta. Obvio que no, porque no se huele, se siente.  Es un conjunto de aromas concentrados en un frasquito pequeño que se porta en el corazón, es como el batido de  muchas esencias juntas: el polvo de la tiza que al volar, al atardecer, deja entrever el sol del invierno que se va poniendo mientras todavía estamos en la escuela; el viejo borrador que cumple su labor hace añares, va borrando las letras que cientos de docentes escribieron diariamente; los cuadernos nuevos y los libros recién salidos de las editoriales con un mundo nuevo por descubrir; los viejos libros, esos que no le prestarías a nadie, pero que serías capaz de tomarlos sin pedir permiso; ese perfume a guardapolvo recién lavado y a colonia, pasada por todos lados, que traen esos alumnos que pareciera que de la tabla de planchar aterrizaron en el aula y también aquellos a los que no los acaricia ni la plancha, ni la mano de nadie…El aroma a escuela, ese que tanto amaba en la niñez, me llevó a querer continuar olerlo cada día de mi vida…

Tengo el telegrama en el bolso, hoy iré al correo. Dicen que tal vez en menos de un año, deberé elegir otros aromas para continuar el camino, pero este que me acompaña todavía, se me habrá metido en las fosas nasales e incrustado en las vías respiratorias de tal forma, porque será por siempre mi preferido.

miércoles, 16 de febrero de 2022

Estamos de Festejo

 

Estamos de festejo

Hola a tod@s. Queremos compartir con ustedes que estamos desbordando de felicidad, ya que hemos superado  los 50 seguidores. Por supuesto que esto, por un lado nos llena de alegría y por otro lado nos empuja hacia adelante, a seguir, porque  sentimos que lo que hacemos, no sólo nos satisface sino que le gusta a la gente. Esto que nos está sucediendo es mágico. Escribimos, expresamos nuestras ideas y pensamientos, y en otro lugar, detrás de un monitor, o de la pantalla del celu, ustedes nos leen y comparten con nosotras. Es en estos casos en donde la tecnología es irremplazable y maravillosa. 

Como tod@s  nos han regalado semejante felicidad, nosotras también queremos dejarles un regalo de nuestra parte.

Hace muy poco tiempo se incorporó a nuestro staff, Susana Desimone, quien aparte de escribir muy bien, es una artista fantástica. Así que ella, tomó los lápices, su creatividad, la paleta de colores y todo el amor que encierra la obra que verán a continuación, y realizó esta maravilla para que ustedes puedan colocarla en sus blogs y así recordarnos siempre. 

Creación de Susana Desimone


Nuestra artista nos dejó unas palabras para dar sentido a su obra:

     Las palabras van dejando huellas allí a donde llegan. Por eso, nuestro nombre se encuentra sobre una línea de escritura que se esfuma hacia abajo, porque el paso de la tinta va dejando una marca.
     De la pluma, herramienta antigua de la escritura, se desprenden pájaros. Unas golondrinas que se alejan.
    Ellas llevan comida en sus picos hacia sus nidos y muchas veces ese alimento cae al suelo y va sembrando. Nosotras pretendemos que nuestras palabras vayan volando a diferentes destinos y vayan sembrando en los corazones nuestro mensaje.
     Diferentes mensajes que inspiran las musas que nos acompañan cada día.
Y como muchos de ustedes son musas que nos acompañan en este camino de Artesanas de la Palabra queremos que reciban este regalo que es nuestro sello personal y propio.
Susana

Estos son los blogs que nos siguen, para ellos es nuestro regalo:

 Turn Back


Makeupeyes 10

 

En danza

 

Hidden Words


 Palabras de Sindel

 

Nadie en la nada

 

Fernando Älvarez foto-blog

 

Variétés

 

Tonterías profundas

 

El blog de Lídia

 

Estrellas en mi noche

 

Una capa de barniz

 

Abrazo de libro

 

Entre unas cuatro esquinas

 

Campirela

 

De amores y relaciones

 

El tintero de oro

 

Annabel lee…y escribe

 

La pinturera

 

Frases bonitas para todo momento

 

La joroba del camello


Carmen en su tinta


Hada de las rosas


Yo no soy millenium


Mari Carmen Polo Soler


Mucha


Pilar Cobisa


Elisabet Mendez


Mariarosa


Fiaris


Ester


Mara


María Gomez


Franziska


Manuela Fernandez


Contando bajo la lluvia


El Blog de Rafaela


Jorge Valín


Hemos crecido gracias al apoyo y el acompañamiento de todos ustedes, por eso:

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!!!





 

 






lunes, 14 de febrero de 2022

Hola a todos: una vez más voy a unirme al reto que propone El blog de Lidia  del mes de febrero.

Jugaremos con la siguiente carta. en el relato deberá aparecer un interrogante o duda.


Y también deberá mencionarse esta bella flor, que dicho sea de paso, no la conocía.:


Así que hay va mi propuesta. Ojala la disfruten. Yo decidí seguir la historia del reto anterior que encontrarán haciendo click aquí



Cómo recomenzar II (Por Susana)

Abrimos la puerta y observamos sin salir. Ciento cincuenta años cerrada. Afuera toda la vegetación creciendo libre, sin que el hombre entorpeciera nada. Dimos el primer paso fuera del bunker.

     El sol brillaba muy fuerte. Era extraño sentir su calor que solamente habíamos conocido en los viejos libros.

     Caminamos un poco, sin alejarnos. Nos detuvimos en una especie de suave loma. Al lado de los árboles altos, seguros, crecía una bella flor roja en forma de ramillete. Tenia aspecto de cabellera plateada muy suave. Enseguida recordé que uno de los ancianos la nombraba mucho porque decía que por las noches develaba aquellas presencias ocultas.

Me prometí dormir cerca para que su aroma me embriague y me revele aquello que me inquietaba sobre el futuro.


Gracias por pasar y dejar sus huellitas en nuestro blog.  





La ciudad de las rusalkas (Por Patricia F.)

  Este jueves en una nueva convocatoria el blog de Mag, La trastienda del pecado, nos propone un nuevo desafío: "En el fondo del mar&qu...