miércoles, 12 de marzo de 2025

La hora del té. (Por Patricia F.)

 

Hola amigos, este jueves 13 la propuesta viene de la mano de Mónica, en su blog Neogeminis, esta vez el tema es : "La escena del crimen", hay que elegir una imagen entre las propuestas y contar una historia sobre un crimen.

En mi caso como esta semana tengo poco tiempo vuelvo a publicar una historia que subí hace un tiempo adaptándola a la imagen elegida.



Esta es la imagen elegida.




La hora del té. (Por Patricia F.) 

 

Como cada semana desde hace varios años, las cuatro amigas se reunían a tomar el té, una semana cada una hacía de anfitriona. 

Mientras Sonia regaba sus plantas, miraba sus hierbas especiales y le dijo a su gato, que cómodamente descansaba al sol: 

  • ¿Ves Mefistófeles qué bonitas crecieron mis pequeñas mimadas?, mientras el minino le mostraba su panza en señal de cariño, recibiendo en ella unos mimos. 

La mesa estaba pronta debajo de la enredadera, con la mejor vista al jardín. 

La amistad de esas mujeres llevaba muchos años, desde épocas juveniles, cada una dedicó su vida a diferentes actividades además de formar una familia. Unas ya jóvenes abuelas y otras esperando serlo algún día.  

Siempre existió la complicidad, el buen humor, el apoyarse unas a otras. 

Un día los pensamientos de Sonia comenzaron a cambiar, ya no era tan feliz en esos encuentros... 

Sus amigas, se veían radiantes, alegres, con nuevos proyectos en esta etapa madura, físicamente estaban muy bien, sin tantas arrugas, cabellos y manos siempre perfectas. La envidia comenzó a carcomerla, ella, que supo ser una mujer de buen pasar, que viajaba y se daba ciertos placeres, ahora por culpa del inútil de su marido estaba pasando una situación económica espantosa, hasta el punto de tener que hacer trabajos que no le gustaban para poder subsistir. 

En su mente sus amigas pasaron a ser sus enemigas, fue generando incomodidad entre ellas, pero sin hacerse notar (como suelen decir “lobo con piel de cordero”) 

Así, el veneno del odio se fue metiendo en su cuerpo, comenzó a disfrutarlo... Después de todo, si ella no podía las demás tampoco debían ser felices. 

Esa tarde estaba templada, las invitó a sentarse en el patio, donde su gato dormía una siesta, tan relajado y tranquilo. 

Las miró conversar, beber té helado que ella preparó con hierbas de su jardín y jengibre, sonrió para sus adentros, el gato apenas abrió sus ojos y espió a las mujeres. Su plan ya estaba en marcha... 

Sillita matera. (Por Patricia F.)

Esta semana el desafío de los jueves está a cargo del blog El Vici Solitari , el tema propuesto es "La silla narradora", hay mucha...