Esta semana Marcos en su blog Marcos Planet, nos propone para este jueves como desafío: El gran premio.
Don de la acción consiste en encontrarse un décimo de lotería, en el lugar menos esperado, puede ser en la parada de un tren o autobús, en un baño público, una tienda, cualquier sitio de mucha circulación de gente.
Cuando se encuentra ese billete, antes de tomar ninguna decisión, comprobar si esta premiado, ese décimo caduca ese mismo día y qué sucederá entonces.
Sorpresa. (Por Patricia F)
Como cada mañana Juan Carlos tomó su mochila y se dirigió a la parada del colectivo y como cada mañana el transporte llegó repleto de gente, pero esta vez consiguió subir al primero que apareció, de a poco fue avanzando hasta el fondo de éste y no pudo creer su suerte de que justo se desocupara el último asiento, feliz de poder sentarse, pues le quedaba un largo trayecto de viaje aún.
Se acomodó un poco mejor dispuesto a cerrar los ojos y dormir una corta siesta hasta llegar a destino, no siempre tenía la suerte de hoy.
Al apoyar su mochila en el suelo entre sus piernas, vio que debajo de su calzado asomaba un billete de lotería y lo agarro, al observarlo vio que era para la jugada de la noche anterior, por pura curiosidad busco en su celular los resultados y tan grande fue su sorpresa como grandes se abrieron sus ojos al ver que era el número ganador, lo chequeó un par de veces más para asegurarse de no estar soñando, miro a su alrededor a los otros pasajeros, ninguno de ellos lo observaba ni se había percatado de su hallazgo, cada uno inmerso en sus celulares y sus auriculares.
Todo el trayecto fue muy nervioso, ansioso sin saber que hacer, tenía hasta esa noche para presentarse y reclamar el premio, su conciencia le decía que no era lo correcto porque no era de él, por otro lado, su ambición le decía que, si alguien fue descuidado y lo perdió, allá él.
Ese dinero le vendría muy bien para empezar su propio negocio, cerca de casa y no tener que viajar tanto tiempo cada día, por fin podría cumplir su sueño de ser su propio jefe.
En esos pensamientos estaba cuando llegó a su parada, bajó y comenzó a caminar hacia la oficina, una cuadra antes de llegar frenó en seco, volvió a mirar el billete, dio media vuelta y tomo el colectivo que lo llevaría de regreso, la decisión ya estaba tomada.