Cuando la inspiración no llega. (Por Patricia F)
Cuaderno y lapicera en mano, como suele hacer cuando inicia un texto y antes de pasarlo a Word; sentada en su silla preferida, intenta que asomen las ideas para un nuevo texto, en esa cabeza repleta de remolinos y vientos huracanados.
Recién terminó de escribir y enviar por mail a su profesora los del taller literario, es como que todas sus ideas por hoy quedaron allí escritas y aunque intente exprimir su cerebro no sale ni una letra o palabra, la inspiración se esfumó vaya a saber uno hacia dónde, necesita estar relajada, pero no siempre se puede y hoy es uno de esos días donde los ruidos internos que producen los pensamientos no la dejan concentrar.
El inminente viaje de su esposo, el primero desde hace más de dos años de encierro por la pandemia, la sumatoria de temores generados por este tiempo de incertidumbre, hizo que el mundo se transformara en un monstruo cargado de virus, de bombas y de guerra, que trata de tragarse a todo ser humano que se le cruce en el camino.
Su mente transita esas locuras quizá no tan locas, se desacostumbró a lo acostumbrado, cambió radicalmente la rutina diaria, ahora que todo vuelve lentamente a la “normalidad”, se pregunta ¿cuál es esa normalidad?, el mundo sigue girando, pero la peste aún no se ha ido y aparecen variantes y más variantes de variantes y variedades de variantes y... ¡¡¡la locura tras la locura!!!
Es necesario un poco de aire fresco, acostumbrarse a nuevas rutinas, pero el mundo, el allá afuera la preocupa, el perder la paz, la felicidad.
Y luego nuevos problemas, llamadas telefónicas, largas esperas con la maquinita en la oreja que dice y repite cada minuto: “TODOS LOS OPERADORES ESTÁN OCUPADOS”, y sigue esperando mientras esa letanía de frases repetidas le da sueño, aburrimiento, cansancio, ese agotamiento mental que absorbió las ideas ¿por hoy?
Ya tiene que preparar la cena y tampoco se le ocurre qué, tal vez lo solucione con una omelette de jamón y queso con ensalada, pero escribir es otra cuestión, no puede poner una sartén y tirar un par de huevos sobre su cabeza, eso sí que no..., será mejor que deje todo para mañana, a lo mejor las musas regresen y pueda escribir algo que valga la pena ser leído.
Patricia F.
La imagen del sartén con los huevos en la cabeza me mató. Las musas son caprichosas y a veces los temores las alejan, pero otras, pueden alimentarse de esos temores y extraer textos extraordinarios. Es cuestión de probar...vaya a saber, unas gotas de temor, una pizca de miedo, unos cm3 de tembleque y sale un texto extraordinario, mientras va calmándose la situación, pensando que todo irá de maravillas. Un beso Rosana
ResponderBorrarMuchas gracias Ro, sin dudas a veces ciertas situaciones hacen que afloren textos maravillosos, nuestro cerebro es impredecible, un abrazo, Patricia
BorrarDicen, no estoy de acuerdo, que los poetas pobres, sin nada que cenar tienen mas inspiración y escriben mejor, opino que el estomago lleno y sin retortijones de hambre puede ser generoso cual musa. Abrazos
ResponderBorrarCoincido Ester, pero creo que la mayoría de los artistas, tanto escritores como músicos, pintores y tantos otros, han sido pobres, o necesitaron de otros trabajos para vivir, hay muchos que han sido reconocidos después de muertos, pero en vida pasaron penurias, un abrazo. PATRICIA F.
BorrarBien comidos, la inspiración llega con mayor facilidad, pero no siempre es garantía de buenas musas.
ResponderBorrarUn abrazo
Hola Albada, eso es muy cierto, un abrazo y buen comienzo de semana, PATRICIA F.
BorrarA veces sucede, y entonces lo cotidiano, puede ser el germen fantástico de una historia como la que nos traes hoy.
ResponderBorrarUn abrazo.
Muchas gracias Noelia, un abrazo, feliz comienzo de semana. PATRIIA F.
BorrarAlgo que sucede mas a menudo de lo que uno quisiera, incluso, que preparar de cena es una odisea. Demasiado tiempo cambiando bruscamente de normalidades. Pero al final las musas vuelven y el lápiz comienza a escribir. Un abrazo.
ResponderBorrarCoincido totalmente, a veces todo se complica y de repente algo sucede y vuelve la inspiración, un abrazo, PATRICIA F.
BorrarAunque no se pueda ver a simple vista, yo estoy convencida de que tanto el aislamiento padecido, como esta pandemia que nos ha cogido tanto cariño y no hay forma de que se vaya de nuestro lado, nos ha afectado enormemente.
ResponderBorrarMuchas personas necesitan tratamiento sicológico, y yo sé de algún conocido que no ha vuelto a tener ninguna relación con su entorno social, incluso con los hijos, el miedo es el peor enemigo.
Pese a no tener inspiración, tu post te ha quedado de diez.
Cariños.
Kasioles
Hola Kasioles, muchas gracias, es verdad que esta pandemia a afectado emocionalmente a mucha gente y muchos no logran volver a la normalidad, yo tomé la decisión de encomendarme a Dios y nunca dejar de abrazar a mis hijos cuando nos vemos, de continuar con la vida, cuidándonos, pero vivir, porque el 2020 fue un año me da la sensación, perdido, y mucha de la gente con la que hablo siente lo mismo, y la vida es corta como para no vivirla por miedo, un abrazo, PATRICIA F.
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