Trébol de cuatro hojas (Por Patricia F, la Colo).
Solíamos con mi Nona desde que yo era muy chica y hasta que ella partió, caminar por la quinta; primero me llevaba ella de la mano y luego con los años, yo la llevaba del brazo.
Ese era nuestro paseo particular, nada más lindo que ir juntas las dos por el caminito entre frutales, sauces y los canteros de verduras.
Me contaba historias de la familia, que por aquellos años era enorme, ella era la tercera de once hermanos; me cantaba canciones en italiano, que todavía recuerdo.
Mientras tanto íbamos caminando, mirando el suelo cubierto de pastito y tréboles bien verdes.
Mi Nona me proponía encontrar el trébol de cuatro hojas, porque ésos eran los de la suerte, desde entonces amo los tréboles, me parecen mágicos y conservo la costumbre de ir buscando el de cuatro hojas, agudizando la vista por dónde los veo, y como mi querida Nona tengo la suerte de encontrarlos.
Recuerdo que una vez apareció uno de seis hojas, una rareza y hace pocos días encontré uno de cinco, no siempre se da, sigo conservando la costumbre de guardarlos en un libro, en memoria a ella, que me enseñó a observar la naturaleza y toda su belleza, aún en el más simple detalle.
Hermoso recuerdo, tal vez la suerte te acompañe siempre y los tréboles lo demuestran.
ResponderBorrarMuchas gracias Silvy, ojalá que así sea, saludos. Patricia
BorrarMuy linda historia que rememora los tiempos que pasamos con alguien tan significativo como es una abuela. Un ser que seguramente nos cuida desde donde esté. Lo importante es que sigas buscando esos tréboles, yo creo que ella los junta a tu lado.
ResponderBorrarMuchas gracias Rosana, sin dudas yo también lo creo, mi nona no se fue del todo, un abrazo! Patricia
BorrarBonito recuerdo hacia elle, seguro que le llega. Abrazos
ResponderBorrarMuchas gracias Ester, un abrazo!
ResponderBorrarMi abuela decía… “El que la sigue la consigue” … y luego de leer muchas publicaciones “blogueriles”, me encontré con el tuyo, redactado con tanta sencillez y naturalidad que, metafóricamente hablando, me sabe a pan casero recién salido del horno (así de delicioso).
ResponderBorrarPunto y aparte, nunca he visto un trébol de cuatro hojas, pero encontrar tu obra me demuestra que hoy es mi día de suerte.
Gracias por tu trabajo.
Juan Carlos muchas gracias por tus palabras, mucha razón tenía tu abuela con lo que te decía, durante muchos años escribí para mí y después de tanto tuve esta oportunidad y me pone muy felíz saber que gusta lo que escribo, y tu metáfora del pan casero recién salido del horno me ha encantado porque además de escribir si hay algo que me gusta mucho es cocinar, y entre ellas pan casero, asi que tus palabras me resultaron doblemente alentadoras, saludos. Patricia F.
Borrarme encantan los treboles nunca pise ningino
ResponderBorrarUna buena entrada diferente a todas
Muchas gracias por tus palabras, no son tan fáciles de encontrar esos tréboles, pero bien vale la pena, saludos
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