Olor a invierno. (Por Patricia F)
¿A qué huele el invierno? … ¿Alguna vez alguien se lo ha preguntado?
Muchos lo odian, y no es para menos, la época quizá más dura del año, a mí me gusta porque huele a recuerdos.
A la calidez del sol al mediodía, a atardeceres carmesí, muy rojos como la sangre que corre por las venas.
Huele a mandarinas, dulces, en plena temporada. Así recuerdo el árbol repleto de frutos en casa de mi abuela, que en esas soleadas tardes de invierno juntábamos algunas, para después comerlas sentados al sol, las manos perfumadas por ese exquisito aroma.
La calidez del sol en ese instante, la llevo grabada en mi alma, por eso cada tarde de sol invernal me lo recuerda, ese tibio abrigo al que muchos llaman “el poncho de los pobres”, es justamente eso “abrigo” que hoy en ese recuerdo se transforma en aceptación y cariño hacia la estación del año que la mayoría detesta.
El aroma a budín de pan con caramelo que hacía mi madre para acompañar el mate, que sabía a gloria y nunca pude imitar o el de las tostadas con manteca y azúcar para merendar, después de jugar al aire libre, a pesar del frío, corriendo felices, en esa infancia humilde pero llena de amor.
Los recuerdos me reconfortan, el invierno tibio al sol, el aroma a budín de mandarinas, saliendo del horno, todo me retrotrae a esos años, donde las preocupaciones eran sólo los juegos, aún el mundo para nosotros no era un problema que hay que enfrentar cada día.
Me ensalma el texto, Como las postales sepia que guardamos en libros, cuánta nostalgia me trae de mi niñez. Por acá no tenemos estaciones. Solo tiempos de soles incendiados y de lluvias rotas. DE niños me gustaba cuando llovía. Me "encunchaba" en la cama, y soñaba felizmente. Un abrazo. Carlos
ResponderBorrarHola Carlos, me encanto tu frase " Solo tiempo de soles incendiados y de lluvias rotas", es muy poética; cada lugar tiene su encanto y los recuerdos de infancia son parte de ello.
BorrarMuchas gracias, un abrazo PATRICIA F.
Muy lindo, me fuí metiendome en esas imágenes llenas de recuerdos.🏅
ResponderBorrarHola Jorge, muchas gracias, abrazo PATRICIA F.
BorrarHuele a salamandra, a leña crepitando... a flores secas de eucaliptus desapareciendo entre las llamas. Si de recuerdos hablamos, el invierno huele a "Chupe y pase", una jarra pirex llena de té con limón que compartíamos, bombilla de por medio, entre mi nonna, mi mamá y yo; huele a bram metal chorreado de kerosene...Me hiciste viajar un rato hacia las cosas simples que ya no están. Un abrazo Patry
ResponderBorrarPuedo imaginar la salamandra y añorar tener una, me encantan, "chupe y pase" de té con limón no lo conocía, lindo ritual de familia y hermoso recuerdo, el bram metal si lo recuerdo, en casa también había, recuerdo a mi mamá lustrando el bronce del depósito de kerosene, mi infancia también huele a eucaliptus, de vez en cuando está bueno recordar.
BorrarUn abrazo gigante.
Tiempo de mandarinas y de quedarse en casa, disfrutando de lo que nos gusta. Tu dibujo no esta mal, por cierto.
ResponderBorrarUn abrazo
Muchas gracias Albada, estoy retomando de a poco el dibujo, soy autodidacta, de niña mucho me enseñó mi mamá ella dibujaba muy bien, un abrazo PATRICIA F.
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