miércoles, 12 de febrero de 2025

La punta del iceberg, inocencia, menosprecio y silencio. (Por Patricia F.)

 

Hola a todos, este mes de febrero Cristina Rubio en su blog Alianzara, nos propone el reto: "La teoría del iceberg de Hemingway", escribir un relato como máximo 900 palabras, en el cual la verdadera historia esté bajo los diálogos o los pequeños detalles.

Puede ser una historia de amor, un suceso traumático, etc.

Espero les guste mi historia y haber logrado el reto.




La punta del iceberg, inocencia, menosprecio y silencio. (Por Patricia F.) 

 

El quiebre se produjo cuando él le gritó que ella era una inútil, que sin él no era nada... 

Se conocieron al comenzar la Universidad, el deslumbramiento del comienzo fue mutuo, aunque con el paso del tiempo Miguel comenzó a cambiar la manera de actuar con Laura. 

Parecía que él crecía y abarcaba con sus palabras e ideas el mundo, aplastando los pensamientos de ella. Él sabía, él era inteligente y creativo, ella no; esas ideas trataba de meterle Miguel en la cabeza de Laura, al punto tal de llegar ella a sentirse una cosa pequeña, poco menos que un microbio y no es que Laura fuera una inútil, no, todo lo contrario. Cuando ella empezó a destacar en sus promedios y a rendir exitosamente todos los exámenes, cuando comenzó a destacar en sus estudios, Miguel se sintió opacado por ella e hizo todo lo posible para sobresalir, sin importarle nada, sentimientos, amor pasaron a segundo plano, dando lugar al poder, a ese poder que oprime, silencia y calla. 

Al principio, el proyecto de trabajar juntos en su profesión aunó ilusiones, pero luego... luego fue descubriendo que, así como un iceberg debajo del océano esconde su mayor superficie, sorprendiendo a los incautos marinos, devorando sus barcos, así Miguel intentó devorar la personalidad de su novia. 

La mirada de Laura se perdía en el paisaje, la ruta corría delante del micro de larga distancia, trazando un camino sin retorno, atrás fue quedando la ciudad y el campo asomó dando nuevas señales de vida. 

Allá en un punto lejano, estaba el pueblo donde la habían contratado para ejercer su recién estrenada carrera veterinaria. 

Por fin después de tanto tiempo Laura no se sentía poca cosa, llevaba en sus manos el poder que otorga lo oculto en la profundidad del alma, la determinación que otorga el saberse en lo correcto, el saber decir basta y por si fuera poco, su recién recibido título le otorgaba ese poder y valor restantes. 

No importaba ya el camino, sino el destino final, donde por fin sería feliz, dejando atrás todo el lastre de un pasado doloroso. 




4 comentarios:

  1. Realmente pasa más de lo que pensamos Patricia, la mayoría de hombres no les gusta que su pareja tengan éxito porque se sienten en segundo lugar, en vez de alegrarse intentan destruirla. Por fin Laura logrará ser feliz sin el lastre de una pareja posesiva y dominante. Me encantó.
    Un abrazo

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  2. Muy bien contada la historia, parece que así empieza el maltrato, ninguneando y despreciando. Afortunadamente ella supo seguir con su carrera y ahora nadie la opacará. Un abrazo

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  3. Las personalidades expansivas ahogan todo lo que rodean, necesitan subordinados, no iguales... y, sí, es mejor salir corriendo, no van a cambiar.

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  4. Un texto donde hay encerrada mucha verdad de muchos tipos de relaciones, aquí se llama Luz de Gas, poco a poco van minando la personalidad de uno de los dos componentes. Y eso no es sano.
    Creo que lograste muy bien el reto. Un besazo.

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La punta del iceberg, inocencia, menosprecio y silencio. (Por Patricia F.)

  Hola a todos, este mes de febrero Cristina Rubio en su blog Alianzara , nos propone el reto: "La teoría del iceberg de Hemingway...