Relatos de los jueves, del blog de Campirella
Las nieves del tiempo
Las ventanas del alma
Lágrimas de cocodrilo
Mi trabajo es un calvario
Estoy entre la espalda y la pared
-
Pero Mateo, ¿Cómo se escribe lobo? – Me quité el
barbijo para que al pronunciar viese que, si los dientes se clavan en el labio
inferior, se utiliza la V, y si el labio superior besa suavemente el inferior,
entonces se usa B. Mientras el labio superior buscaba el otro, para confirmar
que el lobo de la cuestión era con “B”, recordé mi visita al abogado
previsional. Tendría que ir a la cita, a la tarde y ahí escucharía el tiempo
real que me queda para hacer estos gestos, para hacer que el lápiz de los Mateos
dibujase la letra correcta, para hablarles de la importancia del escribir
correctamente, para decirles que el estudiar garantiza una vida mucho más digna.
Las nieves del
tiempo, esas que están visitando mucho más seguido mi cabellera, me
van indicando que es tiempo de pasar la posta, que es tiempo de abandonar la enseñanza
de la correlación de los tiempos verbales, el almidón del guardapolvo, las
eternas correcciones en cualquier lugar y a cualquier hora, el despertador de
las 6.30
Desde el aula en
que estamos Mateo y yo, pueden verse el verde de las copas de los árboles, un
pajarito pasó entonando muy fuerte, muy fuerte un canto lleno de primavera.
Juntos, alumno y docente miramos y vemos que entre las ramas, el pajarito había
construido su nido y nos reímos, y disfrutamos tanto que las ventanas del
alma se van ensanchando y contrayendo, porque la visita al abogado cada vez
está más cerca.
Cada vez que
encuentro las pilas de producciones escritas que me acechan en cualquier lugar
de la casa, o mejor dicho, las voy llevando colgadas de la mochila pienso: mi
trabajo es un calvario, pero cuando pasan cosas como las de esta mañana, y
pienso en los cientos de Mateos que luego de tantas idas y vueltas comenzaron a
preguntar si “había” iba con h o sin ella,
cada vez que esos rostros se iluminaron y trajeron lo que habían escrito con el
corazón latiendo buscando mi aprobación, sólo pienso ¿en qué momento el tiempo
me jugó esta mala pasada? ¿Cuándo fue que cerré los ojos tan, pero tanto que
estoy con un pie en la actividad y el otro en la pasividad de la vida?
Me desespera todo
lo que mi cabeza planifica, porque tiene combustible para tantos años más, pero
el cuerpo reclama incansables menos condicionamientos.
Y así las cosas,
este proceso se llenará poco a poco de reflexiones, y esta es de las primeras.
Hoy les dije a los
de la tarde que quien escribe jamás morirá del todo, así que lo voy poniendo en
práctica.
Que bien que te unas a los relatos juveros, me encanta pasear por los blogs y ver los diferentes puntos de vista de cada uno. Ha resultado un relato estupendo. Abrazos
ResponderBorrarHola Ester, la propuesta de Campirela me parece maravillosa, porque invita a escribir, pero además da a conocer otros blogs que realmente valen la pena.Gracias por leernos!!! (Rosana)
BorrarMuy emotivo tu texto, no hay que olvidar que quien se dedica a la enseñanza siempre esta activo a ella aunque su trabajo remunerado termine siempre se llevará en la sangre el modo operante de seguir enseñando de una u otra forma.
ResponderBorrarUn besote grande, te deseo un genial día.
Gracias Campirela, lo que hacés es maravilloso, porque le das espacio a otros blog súper interesantes. Me encanta haberte descubierto. Gracias por tus palabras. (Rosana)
BorrarGracias amiga, pero he de decirte que no soy la promotora del evento de los jueves, participo en él,. Todos somos los participantes damos paso a otros blogs que participan y es una cadena isa nos vamos conociendo. Un besazo y gracias por incorporarte a él con tu relato espero leerte en todos. Besos y feliz día.
BorrarA veces, la enseñanza es algo tan hermoso que pasa a formar parte de uno mismo, hasta que las nieves del tiempo se hacen notar en la cabellera.Aún así es difícil renunciar a una vida activa dedicada al buen hacer y buen saber,enseñar a la gente para que se pueda labrar un buen futuro.
ResponderBorrarUn emotiv y bonito relato que me ha gustado leer.
Un saludo.
Bienvenido José Luis, es un placer para mí recibir tantas visitas nuevas, este mundo del blog me entusiasma cada vez más.
BorrarEs verdad mi profesión es una de las más lindas. Gracias por tus palabras. (Rosana)
Hola, Rosana. Me alegra leerte por estos lares. Hace tiempo que no coincidíamos.
ResponderBorrarNunca se deja de aprender por eso siempre enseñamos algo. Muy emotivo tu texto y las metáforas incluidas para diversificar el paso del tiempo. Y ese afán por seguir enseñando sea como sea.
Un beso enorme.
Hola Mag, cómo vas, qué bueno que me hayas visitado y qué bueno que te guste mi relato. Justo se dio que leí la propuesta y realmente sucedió lo que conté, asi que la combinación perfecta.
BorrarAbrazo
Un mensaje conmovedor a través de una historia de docencia atravesada por el desgano que dejan los años. El verdadero maestro logra recordar los motivos por los que ama enseñar y sigue haciendolo cada vez que puede. Un abrazo
ResponderBorrarEs verdad, quien ama enseñar lo hace eternamente. Gracias por transmitirme tu opinión.
BorrarAbrazos. (Rosana)
Hola Rosana, realmente me gustó mucho, es muy emotivo, me hace recordar mis épocas de maestra, con esos pequeños alrededor, es muy hermoso, gracias por la emoción.
ResponderBorrarGracias Patri. Por suerte somos adictas al arte de comunicar a través de las palabras y así vamos haciendo catarsis de estos cambios que nos propone la vida.
BorrarAbrazo (Rosana)
Una maestra que está ya en edad de jubilarse pero que sigue enseñando, porque es parte de su ser aunque ya le cueste. Sentido texto con las metáforas elegidas bien ensartadas en él.
ResponderBorrarQue bueno volver a verte por aquí.
Un abrazo
Gracias Myriam, hermosas palabras. Nos seguimos leyendo
BorrarY es que cuando trabajas en lo que te gusta el tiempo pasa volando. Besos.
ResponderBorrarTotalmente de acuerdo, no hay mejor decisión en la vida que estudiar y elegir lo que te gusta y trabajar de eso.
BorrarAbrazo
¡Pues te quedó genial! Me encanta :D
ResponderBorrarMuchas gracias Margarita!!! Qué bueno tenerte por aquí. (Rosana)
BorrarCuando trabajas en lo que te gusta no es trabajo, muy buen relato, las metáforas muy bien introducidas en el texto, felicidades.
ResponderBorrarUn abrazo para ti.
Lola
Muchas gracias Lola, como dije en el otro comentario, quien puede trabajar de lo que le gusta, está bendecido.
ResponderBorrarOtro abrazo para ti. (Rosana)
El tiempo vuela si haces lo que te gusta
ResponderBorrarAbrazo
Esa es la pura verdad, realmente vuela. Gracias por tu visita y comentario.
BorrarLa vocación docengte se encuentra con situaciones muy variopintas. Bien usadas las metáforas
ResponderBorrarUn abrazo
Miles de situaciones cotidianas y maravillosas, dignas de ser compiladas!!! Gracias Albada
BorrarUn mensaje muy emotivo, cuando se tiene la suerte de hacer lo que uno lleva en la sangre es maravilloso.
ResponderBorrarMuy bien incluidas las metáforas.
Un abrazo 🌹
Es así Dakota, si no me gustara el cansancio ya se hubiese apoderado de mi y me arrastraría hacia adentro de mi casa cada día.
BorrarUn abrazo
Debe ser maravilloso trabajar con niños, con esa espontaneidad, siempre con niños, haciendo crecer sus mentes, porque se piensa con palabras. La edad, precisamente para esta profesión, no debería ser un impedimento, aunque si conlleva el cansancio ya es otra cosa
ResponderBorrarEl problema Gabiliante, por lo menos en este hermoso país, Argentina, es que para vivir de la docencia, se deben trabajar muchísimas horas y eso termina agotando. Si fuera por mi, si fueran solo cuatro horas, sería maravilloso continuar.
BorrarAbrazo
Dedicarse a la enseñanza es un trabajo realmente enriquecedor y gratificante.
ResponderBorrarBonita Metáfora "las nieves del tiempo".
Besos y feliz dia.
Gracias y bienvenida María, un placer tenerte entre nosotras.
BorrarLa dedicación a esta profesión es realmente gratificante.
Abrazo (Rosana)