Mburucuyá. (Por Patricia F)
Aquellas tardes de verano de infancia perfecta, de juegos y correrías, de risas y fantasías.
Aromas a frutas maduras, que, con un simple estirón de brazos se podían alcanzar: ciruelas, duraznos, peras, pelones, higos, damascos, uvas. Todas ellas en mi casa había.
Épocas de huertas repletas de colores, olores y sabores.
El silvestre mburucuyá explotaba de flores y de frutos, trepando por árboles y cercos, ése, el sabor prohibido era el preferido.
La suave y esponjosa piel anaranjada que guardaba dentro el dulce y terso tesoro rojo de la pulpa con la crocante explosión de las negras semillas al masticarlas, ganarles a los pájaros la fruta madura era la aventura de niños.
La adrenalina que sentimos la primera vez al probarla era una silvestre y ¿sería venenosa?, sin dudas pensamos que no, si los pájaros la comían (no podía serlo) y así empezamos.
En mi jardín hoy tengo una planta, que como dueña y señora se apropió de la reja del frente de mi casa, allí se llena de flores y frutos, delicia para las mariposas, abejas, abejorros y zorzales. Obviamente para mí también, que, al ver los frutos maduros, estiro la mano y vuelvo a ser niña por un rato.
Nota: La Pasionaria, mburucuyá o passiflora caerulea es una planta trepadora nativa, suele verse en alambrados y pérgolas.
Su nombre científico fue dado por el botánico Carlos Linneo, porque los religiosos de la época de la conquista, la llamaban pasionaria, porque en sus pétalos y pistilos, veían la simbología de la pasión de Cristo, Los clavos de la cruz y la corona de espinas.
La palabra guaraní, mburucuyá significa "criadero de insectos".
Es la planta hospedera de las larvas de la mariposas "espejito".
Todas las fotografías son de mi autoría, sacadas en mi jardín.
Hermosa nostalgia de una planta silvestre que en la infancia no sólo conquistó por su color, sino su olor y sabor de sus frutos. Qué bien la tejes, que quisiera volverse uno niño, para estar de nuevo entre las fragancias de las frutas silvestres. Un abrazo. Carlos
ResponderBorrarMuchas gracias Carlos, tuve una hermosa infancia y siempre agradezco el poder recordarla con alegría, un abrazo.
BorrarPATRICIA F.
Qué preciosidad de planta y qué lujo de fruto. Me ha encantado amiga mía, y las fotografías geniales, pero leerte... leerte ha sido retroceder a la niñez. Besos :D
ResponderBorrarMuchas gracias Margarita por tus palabras, la planta es muy bella, su flor es algo único, un abrazo.
BorrarPATRICIA F.
Un canto precioso a esa flor exótica y tan curiosa.
ResponderBorrarUn abrazo
Muchas gracias Albada, un abrazo.
BorrarPATRICIA F.
La destreza descriptiva de tu prosa estimula mis sentidos hasta hacerme saborear las panzadas de mburucuyá que de pibe me daba en lo de mis abuelos...
ResponderBorrarAbrazo feliz!!
Muchas gracias Carlos, veo que no he sido la única que en su infancia ha disfrutado esta fruta y me alegra, compartimos esos bellos recuerdos de una infancia que creo ha sido muy especial, de muy bellos tiempos, un abrazo.
BorrarPATRICIA F.
Que fruto tan exotico y abundante, ay... no me sale la palabra... es un fruto de tipo tropical, puede ser? frutos exultantes como el verano es. Adoro, amo el verano, ya estoy saltando en una pata, pero cuando termina... jajaj quedo destruida. La musica a todo lo que da en el auto, los corsos, las bombitas, la pileta, la bicicleta nueva, la arena, las olas y el viento sucundun sucundun los pajaros cantando a todo pulmon, ha llegado el verano... que emocion!!!
ResponderBorrarMe encanto enterarme de ese jardin verde brillante, esos frutos y esas flores tan exuberantes y tus evocaciones que son como un sueño vívido.
Un abrazo grande.
Muchas gracias Hada de las Rosas por tus palabras, me encanta que mi texto te inspire y mi jardín, que el verano te de tanta alegría, disfrutalo mucho, recién comienza.
BorrarTe diría que el mburucuyá es prácticamente tropical, en zonas excesivamente frías no crece.
En mi jardín la tengo junto a un maracuyá de flores rojas.
Un abrazo.
PATRICIA F.
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