Continuando con mis historias en colectivo, servida en bandeja se me presentó ésta, mi dibujo a mano alzada como para representar rápidamente la situación que captaron mis ojos en ese breve instante y estando en otoño por estos lares me permití usar hojas secas en esa especie de collage.
Así que texto y dibujo son de mi autoría.
El Bartolo y la Romualda. (Por Patricia F.)
Interrumpiendo mi concentración lectora, alcé los ojos del libro cuando el colectivo se detuvo en el semáforo, ya faltaba poco para llegar a mi casa. Al mirar por la ventanilla se despliega ante mi mirada una inusitada imagen, si señores allí estaban ellos dos en plena tarea de “chamuyo”: el Bartolo y la Romualda.
Ella muy concentrada en la tarea de recoger la basura de un cesto que alguien con mucha saña desparramó, pobre mujer con sus manos sin guantes, así juntando desperdicios ajenos; mientras él “sosteniendo” el poste de alumbrado público con ambas manos enguantadas, hablaba sin parar...
Sosteniendo, sí dije sosteniendo porque en su pose chamuyera eso parecía estar haciendo, obviamente que es algo imposible en la práctica salvo que fuera una especie de Goliat del subdesarrollo, pero bueno allí estaban ambos.
Esa épica y loca imagen disparó mi imaginación y comencé a preguntarme si Bartolo estaría intentando con sus palabras cual Romeo enamorado levantarse a Julieta, convenciéndola con su parla.
El colectivo arrancó y siguió viaje, mientras mi cerebro tejía imágenes y palabras, esa sola visión despertó estas palabras más locas aún:
“Pero bueno Bartolo, despierta hombre y ofrece tus guantes a la dama, sé un caballero y no seas tan cabeza dura que a la conquista no te conduce, salvo que la damisela en cuestión esté muy necesitada de compañía”.
Nota: Usé ante los nombres propios los artículos “el “ y “la”, utilizados en el hablar popular, por la rusticidad de la escena que me inspiro a escribir esta historia.
Chamuyo: la palabra chamuyo es parte del lunfardo argentino, es una conversación en voz baja, generalmente se usa cuando se hace referencia al diálogo de un hombre cuando quiere llevarse a la cama a una mujer.
Patricia F.
Pues no sé, pero al situación no creo que sea la mejor para esos menesteres. Yo también creo que tendría más oportunidades si le prestara los guantes. Encantada de leerte.
ResponderBorrarSaludos
Muchas gracias por tus palabras me alegra mucho que te guste , un abrazo.
BorrarPATRICIA F.
Vaya si estas escenas son bastante diarias o cotidianas que, lo llevan a uno a imaginarse que está pasando. Un abrazo. Carlos
ResponderBorrarHola Carlos, muchas gracias por tus palabras, un abrazo.
BorrarPATRICIA F.
Hermoso relato, Patricia!
ResponderBorrarMuchas gracias Patricia, un abrazo.
BorrarPATRICIA F.
Buena reflexion, mi querida Patricia!
ResponderBorrarque no hable tanto el Romualdo y que haga mas, pero no creo, para mi es chamuyero viejo :D
Tu collage me parece poetico, ensoñador, imaginativo, original... esas hojas naturales... que mas puedo decir... me parece una divinura; es un plus lirico que no esperaba.
Un beso y que tengas un lindisimo fin de semana.
Hola Hada de las Rosas, muchas gracias, sin dudas el mundo está lleno de chamuyeros, hay que saber identificarlos, aunque no siempre es fácil.
Borrarme alegra que te haya gustado mi trabajo, un abrazo, buen fin de semana.
PATRICIA F.
Me encanta conocer palabras nuevas, Patricia.
ResponderBorrarSegún tú relato, menos hablar y más hacer :-) si es que hay quien por la boca... pierde el oremus.
Te felicito por tus pinceladas, Patricia. Son estupendas, o así lo entiendo yo desde mi humilde opinión.
Un beso enorme.
Muchas gracias por tus palabras, realmente me alegra mucho que te haya gustado, un abrazo y buen fin de semana.
BorrarPATRICIA F.
Me encantó esta inspirada repentizazión, Patricia, para no dejar escapar el texto y la escena en cuestión, una típica postal porteña de personajes muy nuestros: la esforzada mujer y el macho vago y chamuyero.
ResponderBorrarAbrazo hasta vos.
Muchas gracias Carlos por tus palabras, la típica postal que se repite y la vi así patente desde el colectivo, por un lado me causó gracia, en fin, Buenos Aires y sus personajes.
BorrarUn abrazo y buen fin de semana.
PATRICIA F.
Perdona el horror, repentización, debí escribir, pero el ínfimo teclado del celular (y no revisar lo que escribo) me juegan en contra... Otro abrazo.
BorrarHola Carlos, me imaginé que era justamente por el tema del celular, a mí me pasa, que pienso toqué una letra y resulta que sale la de al lado y ni hablar del corrector que te cambia las palabras a su antojo, si no controlo sale cualquier cosa en los mensajes.
BorrarAbrazo.
PATRICIA F.