martes, 8 de octubre de 2024

Aquel verano de concierto y ajedrez. (Por Patricia F.)

 

Este jueves la propuesta viene de la mano de Mari, en su blog "Hacia el último escalón de la magia...", donde el tema propuesto es el ajedrez, se puede nombrar el juego en sí mismo o alguna pieza del juego, el micro no debe tener más de 350 palabras.

Mi relato pasa por un recuerdo, infancia, juventud.

Nota: por aquellos años llamábamos plomos a los pesados, molestos.







Aquel verano de concierto y ajedrez. (Por Patricia F.)

 

Por aquellos tiempos donde no existía la tecnología, existían juegos para interactuar con los congéneres y entre ellos, el ajedrez. 

Todos los chicos de entonces jugábamos o por lo menos sabíamos mover las piezas y nos debatíamos en largos duelos. Con mi hermano, mis primos todos algo jugábamos. 

Quién más quién menos tenía un juego en su casa.  

Recuerdo un verano...  

Mi prima y yo fuimos al Parque Centenario, donde hacían conciertos gratuitos al aire libre, fuimos muy temprano para conseguir asiento, nos llevamos unos racimos de uva fresca y agua para combatir el calor y el juego de ajedrez de mi hermano, uno pequeño, con imanes especial para viajes, para pasar el tiempo hasta que comenzara la obra, esa vez era una ópera: Orfeo y Eurídice.

Allí ambas nos sentamos, comenzamos el juego. Un señor mayor se sentó al lado de mi prima y cada vez que alguna de las dos iba a mover una pieza, él: 

  • - Ah, ah, aaaahhh, yo no movería ese peón ahí, te lo va a comer con el caballo... 

  • - Mmmmm, no muevas ese alfil, pues estás dejando desprotegida esa torre... 

  • - Podrías haber hecho un enroque... 

  • - Estás sacrificando a la reina de esa manera y no se justifica, el rey está a salvo... 

En fin, así varias sugerencias más, que imagino el señor lo hacía para enseñarnos o tal vez por puro aburrimiento de su parte, para matar el tiempo, pero lo cierto es que a nosotras nos arruinó la diversión. 

Así que sin más guardamos las piezas y el pequeño tablero y nos dedicamos a comer las uvas, mirándonos de reojo, pensando: “siempre se nos pega un plomo” ... 

En el viaje de regreso nos reímos mucho recordando esa situación que al principio nos llevó al límite de la exasperación y con el tiempo se transformó en una anécdota divertida para recordar. 

Y aunque cause gracia, ahora juego ajedrez con el celular, aunque antes era más divertido. 

 

44 comentarios:

  1. Esos personajes que saben de todo y no se callan. Es cierto que todos tenemos un tablero en casa y sabemos mover las fichas pero jugar bien ya es otro cantar. Un abrazo

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    1. Hola Ester, si así es, en mi casa el que jugaba compitiendo cuando estaba en la Universidad era mi esposo, tiene un par de trofeos.
      Pero yo solo movía las piezas, tenía libros técnicos de jugadas pero prefería otro tipo de lecturas, quizá ahora con los años los lea.
      Muchas gracias por tus palabras, un abrazo.
      PATRICIA F.

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  2. Patricia! Me has traído tantos recuerdos... A mi me enseño mi papá a jugar y también solía jugar de chica con mi hermano o algunos amigos, nos encantaba...Teníamos ese ajedrez con imán que describís en el relato! Hermoso viaje me has hecho hacer con tu relato! Ya esta subido tu enlace, gracias por participar! Besos por ahí!

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    1. Muchas gracias Mari, me alegra haberte traído buenos recuerdos, realmente esas épocas han sido muy bonitas.
      Un abrazo grande.
      PATRICIA F.

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  3. Que tierno tu relato, es cierto que antes los juegos de mesa eran pura diversión. Para mí que el hombre estaría aburrido y vio dos mozuelas y dijo esta es la mia, pero como bien dices ahora es una anécdota para reír y comentar.
    Yo aprendí a mover las fichas en una cafetería donde aparte de tomar algo, tenían juegos de mesa y era superdivertido, allí nos reuníamos jóvenes chicos y chicas y unos jugaban al ajedrez, a las damas, naipes, todo tipo de juegos de mesa. Tiempos aquellos jajaja. Un besazo, feliz noche.

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    1. Que lindos recuerdos me estas contando Campirela, fueron épocas maravillosas, a nosotros nos enseñó un primo más grande después todos jugábamos y era muy divertido, luego cuando me puse de novia con quien hoy es mi esposo tuve que aprender un poco más, porque él jugaba profesionalmente en el equipo de la Universidad, pero recuerdo que fueron momentos muy divertidos cuando él me enseñaba esas jugadas.
      Un abrazo grande.
      PATRICIA F.

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  4. Hola Patri!
    jajaja que molesto el señor, se creia el estratega definitivo..! pero paradojicamente, esos momentos quedan grabados como una mezcla de frustracion, nostalgia y humor. Con el tiempo se resignifican y solo quedan risas.
    Fijate como la sencillez de un dia en el parque se vuelve inolvidable, un recuerdo que guardar para siempre.
    Yo no tengo ni la mas minima idea de ajedrez pero si tengo un juego de adorno espectacular :D
    Te mando un abrazo grande.

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    1. Hola bella Hada de las Rosas, muchas gracias por tus palabras, sin dudas con el paso del tiempo estos recuerdos son divertidos.
      Aprender a mover las piezas de ajedrez no es difícil, lo difícil son las estrategias y diferentes movidas que hay que hacer, todas tienen sus secretos pero es un juego muy lindo.
      Un abrazo grande.
      PATRICIA F.

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  5. Un pobre hombre, intentando aleccionar a los jóvenes, que como tales, se rebelan sin más.

    Abrazo.

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    1. Es verdad Alfred, años dorados donde la juventud empieza a independizarse de los padres y se lleva al mundo por delante.
      Un abrazo.
      PATRICIA F.

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  6. Hola Patricia, parece que la voz de la experiencia o el intruso tostón no os dejó disfrutar de la partida. Pero la anécdota siempre quedará para recordarla. Un abrazo

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    1. Hola Nuria, así es siempre quedo en el recuerdo esa anécdota entre otras tantas que tenemos con mi prima, somos de la misma edad, solo dos meses de diferencia, así que siempre fuimos compinches.
      Un abrazo.
      PATRICIA F.

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  7. espectadores molestos, sabiondos de juego ajeno. En otros juegos, a los mirones se les dice que se callen y ofrezcan tabaco...o una cerveza Un abrazo

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    1. Una cerveza en ese día de verano hubiera estado buena, pero este señor solo se limitó a dar indicaciones, muchas gracias por tus palabras.
      Un abrazo
      PATRICIA F.

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  8. Vaya un señor más pesado, un sabelotodo, que os arruinó el momento de diversión para poder jugar a vuestro antojo como os diera la gana.

    A mí me enseñó a jugar al ajedrez mi hermano, solía jugar mucho él, aunque siempre perdía, la verdad es que he pasado momentos super felices con mis hermanos jugando a los juegos de mesa, que era lo que se llevaba antes. Hoy en día todo ha cambiado mucho. Es una pena que los niños de hoy no conozcan este tipo de juegos, nada más que los de la tecnología.

    Me ha encantado tu relato porque me ha llevado a recordar mi infancia.

    Un beso enorme, PATRICIA.

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    1. Hola María, es muy lindo lo que me contás, tu aprendizaje de ajedrez ha sido similar al mío y se pasaban momentos divertidos. Creo que vivimos una época privilegiada en muchos aspectos.
      Un abrazo grande.
      PATRICIA F.

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  9. Es que en la vida siempre encontraremos verdaderos maestros y luego tambien otros con necesidad de enseñarnos todo! Je je! Un abrazote!

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  10. Que curioso, la exasperación del momento puede volverse una anécdota divertida, para recordar.
    El buen señor debió de interesarse en la partida, siendo inevitable para él, dar consejos.
    Besos.

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    1. Sin dudas por aquellos años la situación nos generó enojo, pero al poco tiempo de haberla vivido ya la recordábamos riéndonos, pero por sobre todo el poder haber vivido esa época irrepetible.
      Muchas gracias Demiurgo, un abrazo.
      PATRICIA F.

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  11. Parece que a la mayoría de los lectores nos ha pasado algo parecido. Me has mandado a mi infancia, dónde en mi pueblecito las tardes de verano las pasaba muchas veces con amigos jugando en la biblioteca local al ajedrez. Muchas veces no teníamos ni idea, y allí estaba el ancianito de todos los días curioseando nuestra partida, y recomendando movimientos y estrategias.
    Muy bien relato! Absolutamente nostálgico.
    Un abrazo!!

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    1. Hola, muchas gracias, me alegra haberte traído buenos recuerdos, sin dudas fue una hermosa época vivida y aunque no fuéramos expertos jugadores, el tema era pasarlo bien y divertirse.
      Un abrazo.
      PATRICIA F.

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  12. Me sacó unas risas tu relato. ¡Ay, qué plomizas son algunas personas!
    Por suerte en mi ciudad se siguen haciendo torneos en parques y colegios *.* Y hay mesas de piedra con los tableros dibujados para que cualquiera pueda ir con sus piezas y jugar. También me parecen curiosas las aplicaciones del móvil que te plantean partidas in media res, de modo que tienes que hacer el siguiente mejor movimiento.
    Un besazo juevero, Patricia

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    1. Hola Dafne, me alegra mucho haberte hecho reír, sin dudas es una de esas anécdotas que con el tiempo provocan risa.
      Me alegra mucho saber que en tu ciudad aún se juega ajedrez, ahora en muy pocos lugares lo hacen y realmente es un juego muy lindo.
      Muchas gracias por tus palabras, un abrazo grande.
      PATRICIA F.

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  13. Puede ser que el "miron" queria jugar tambien, pero ciertamente es una regla no escrita: "No comentar la partida".... de otros mientras la juegan. Es bastante feo hacer eso.

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    1. Sin dudas que lo es, pero se ve que el señor estaba aburrido y para matar el tiempo se metió en nuestro juego.
      Muchas gracias por leer y comentar, saludos.
      PATRICIA F.

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  14. Sin duda que si8empre será más divertido jugar al ajedrez a la usanza tradicional, con el tablero y las piezas en tu mano. Una anécdota divertida y entrañable.
    Felicidades por tu aportación, Patricia.

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    1. Hola Marcos, muchas gracias, es que ahora muy poca gente juega ajedrez, por lo menos por estos lados, así que el teléfono suele ser una solución.
      Un abrazo.
      PATRICIA F.

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  15. Que metido ese señor! Todo un plomo, como bien lo recuerdan con tu primo jaja. Un abrazo Patricia. Muy buen aporte en forma de recuerdo

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    1. Muchas gracias Mónica, me alegra que te haya gustado y si, siempre se te pega algún plomo, sobre todo en la juventud.
      Un abrazo.
      PATRICIA F.

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  16. Esa es una adicción de los que jugamos ajedrez, con eso aleje a mis hijos del juego y con mi padre, era humillado.
    Para entusiasmarme jugaba sin las torres y sin la reina... siempre me ganaba aunque yo estuviera con todo mi ejercito, hasta que una vez, decidió no dar tanta ventaja, y sólo sacaba las torres, luego volvió a poner la reina, seguía ganando, hasta que un día, el que hizo el mate, fui yo.... nunca le volví a dar la revancha.... y eso le duele hasta hoy. jajajaja... ahora con principio de demencia, me sigue cobrando la revancha y el otro día se la di, pero el que sacó la reina y las torres fui yo.... y ahí te dejo con la curiosidad. besos.

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    1. Hola Gustab, una hermosa relación esa que tuviste con tu padre y el ajedrez me gusta eso de que ahora en su vejez le diste la revancha y vos sacaste las piezas. Sin dudas cuando él te daba esas ventajas sin dudas disfrutaba el juego porque de alguna manera te estaba enseñando.
      Muchas gracias por contarme esa anécdota de tu vida y espero algún día me cuentes quién gano esta partida.
      Saludos.
      PATRICIA F.

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  17. Que bien que saques algo bueno de una situacion incomoda en su momento...y es que asi es la vida...muchas veces los momentos que nos han sido amargos o molestos, terminan sacandonos sonrisas de las anecdotas pasadas..ufff son incontables esos momentos..con amigos..con los hijos...creo que de eso se trata el juego, y no me refiero al ajedrez, sino a saberr mover nuestras piezas en la vida...bsssss

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    1. Hola Diva, coincido con vos, la vida misma es como un juego y hay que aprender a mover las piezas para poder ir ganando cada desafío que se nos presenta.
      Muchas gracias por tus palabras, un abrazo.
      PATRICIA F.

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  18. Lográs siempre dispararme recuerdos con tu prosa, Patricia. Pero al menos te enseñó algo "el metido"?... Alguna vez me pasó algo parecido pero no me sirvió para aprender.
    Perdoná la demora en venir a leerte!!
    Abrazo hasta a vos.

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    1. Hola amigo, muchas gracias por leer y comentar.
      La verdad que no aprendí nada ese día, éramos muy jóvenes y solo queríamos divertirnos, como dice Cindy Lauper en su famosa canción, así que nada.
      Un abrazo.
      PATRICIA F.

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  19. Lográs siempre dispararme recuerdos con tu prosa, Patricia. Pero al menos te enseñó algo "el metido"?... Alguna vez me pasó algo parecido pero no me sirvió para aprender.
    Perdoná la demora en venir a leerte!!
    Abrazo hasta a vos.

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  20. Creo que Blogger me volvió a enviar a la casilla de comentarios.
    Abrazo, Patricia!!

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    1. Así es amigo y ya te rescaté, por suerte ahora me acostumbré a revisar todos los días spam, un abrazo.
      PATRICIA F.

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    2. Ahora publicó todos y quise eliminar los repetidos, pero me pone todo hecho un lío este blooger, uf

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  21. Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

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  22. Me encanta tu recuerdo. Esa inocencia de llevar el ajedrez como entretenimiento mientras esperaban el espectáculo. Excelente y el señor, no lo juzgo, yo a veces, me meto también. Jajajajja (Rosana)

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    1. Muchas gracias Ro, no sé si recordás ese verano donde se daban conciertos en el Parque Centenario, recién retornada la democracia.
      Un abrazo grande.
      PATRICIA F.

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  23. Está bien que te enseñen, pero siempre que hayas pedido que quien se ofrece voluntario lo haga. Si no, el "profesor" se vuelve un pelma más...
    Muy divertida la imagen.
    Saludos.

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