Los López no vendrán (por Rosana)

Muchísimas gracias "DE AMORES Y RELACIONES", juro que me he divertido mucho escribiendo este relato.

 -  Los López, te digo que los López - gritaba tan desaforadamente que los aullidos recorrían los pasillos de los catorce pisos

 - ¿Qué los López qué mujer?

- Que los López no van a venir y sería importantísimo que estuviesen aquí

Uno de los propietarios, el que estaba recostado sobre la puerta principal con un cigarrillo sin encender pasándolo de mano en mano,  expresó con fastidio:

- Son amigos suyos?

- Míos? No  qué va

- Y cómo sabe que no van a venir, todavía faltan cinco minutos para que comience la reunión

- Porque hoy es su día de descanso

- ¿Los jueves? ¿ Trabajan de noche?

- Vaya si trabajan, trabajan que da gusto, los miércoles, todos los miércoles les toca de madrugada, menos mal que se protegen, sino estaríamos llenos de niños, son como conejos.

- Mire cuánta información maneja usted. Parece que la Sra López es muy elocuente, transmite sus sentimientos y sus hábitos sexuales

- ¿Quién? ¿Cristina? - Se tapó la boca para evitar la carcajada que le nacía desde el centro del estómago - Nooo, Cristina es muda señor, muda de nacimiento, no habla, pero no habla literal

- Pobre, mil disculpas

- No, si yo no soy Cristina, no me pida disculpas a mi y no se gaste en pedírselas a ella, no sólo es muda, es sorda también.

El desinformado propietario curvó la boca y se encogió de hombros, pero la curiosidad le trastocaba el cerebro

- El  esposo, entonces, qué indiscreto, revelarle a usted semejantes detalles de sus relaciones sexuales.

-¿Usted es nuevo no? ¿ Sabe dónde vive? ¿ Cuál es su departamento?

- Señora, qué impertinente que resultó ser usted

- El  esposo también es sordo mudo. Bueno como José el Carpintero, pero sordo mudo total

- Señora entonces no comprendo. Usted está a los gritos, ventilando que los López fornican todo el santo miércoles a la noche, que esto les va a impedir asistir a la reunión de consorcio, está descolocando a la gente, revolucionando a los vecinos y resulta que no tiene pruebas de que esto suceda porque ambos son sordo mudos, incapaces de hacer ruido alguno mientras hacen el amor...

- Que no tengo pruebas? ¿Usted se olvida de que la cuarentena en este país duró casi dos años.?

- Ahhh, usted enloqueció, y eso qué tiene que ver?

- Déjeme hablar Señor. ¿Cómo le cayó el atún hoy al medio día? Cambió de marca, esa es más barata, pero seguramente le debe de estar doliendo hasta la boca del esófago.

- Yo no entiendo más nada, señora: la pandemia, los amantes vecinos, mi atún de todos los jueves...

-Vuelvo a preguntar: ¿usted se olvidó de  que la pandemia duró casi dos años? ¿Usted cree que me iba a quedar sentadita mirando series solamente, esperando que se me pusiese la cadera ancha como una avenida? No, Señor, para nada. Subí y bajé estas escaleras por la tarde y por la noche todo ese tiempo. Tenía que entrenar, pero me sofocaba en los entrepisos, justo justo donde se tira la basura.  Su atún de los jueves es religión, no sé cómo no se atraganta comiendo cada jueves lo mismo. y los López,  parece que cuando anunciaron que nos quedábamos adentro, se surtieron de profilácticos de diferentes marcas, porque cada jueves...puuuuuuuffff, es lo único que tiran a los desperdicios.

Reuniones de consorcio...Jamás se arregla nada, pero ¡qué divertidas son!