Hola a todos: me uno al reto de Ginebra en Varietés la idea es acambiar el final a una historia conocida. Los que me conocen saben que amo locamente a Alicia así que mi historia pasa por allí. Me resultó divertido cambiarla. Espero les guste. Denle mucho amor.
Alicia había vivido muchas aventuras en el país de las
maravillas, y su corazón latía al compás de este mundo mágico. Un día, mientras
exploraba los terrenos de las mandarinas gigantes, se dio cuenta de que su
lugar estaba allí, donde las estaciones cambiaban en un parpadeo y los ríos
fluían con chocolate.
Las mandarinas gigantes, con su piel reluciente, eran como
faros de aventura. Cada una escondía secretos en su jugoso interior, como un
libro por descubrir. Ee hizo amiga del Sombrerero Loco, quien la
acompañaba en tardes de té sin fin, compartiendo risas y chistes que resonaban
como campanas de alegría en su corazón.
Entonces, decidió quedarse, convirtiéndose en una especie de
hada de las mandarinas, cuidando de este reino encantado. Desde su atalaya,
observaba su antigua vida, donde las preocupaciones eran como pequeñas burbujas
que flotaban lejos, y las sonrisas eran el lenguaje universal.
"Ella y el Sombrerero Loco compartían risas y tortas de
merengue en sus no cumpleaños, una tradición que llenaba de alegría sus días en
aquel país."
Y así, Alicia vivió felizmente en el país de las mandarinas gigantes, donde la imaginación florecía como flores de colores y los sueños se tejían en cada brisa. Porque, en este lugar mágico, la vida era un cuento que nunca terminaba, y Alicia era su protagonista eterna
¡Qué bonito! Nos has regalado un episodio de Alicia que perfectamente podría estar en la obra.
ResponderBorrarBesitos.
Muchas gracias Noelia. Me alegra que te haya gustado. Abrazo Susana
BorrarPues te ha quedado una participación preciosa y muy creativa, revisar a Shakespeare no es fácil. Abrazos
ResponderBorrarGracias por visitarnos. Besos. Susana
BorrarMe gustó el giro que le diste Alicia , pero ella siempre tan mágica , ese punto no podía fallar. Un besote.
ResponderBorrarLa amo. Gracias Campirela. Besotes. Susana
BorrarSeguro que esta Alicia es más feliz en tu relato que en el libro original. Me encantan las mandarinas, creo que no importaría estar ahí :)
ResponderBorrarSeguramente. La idea es que sea felizzz. Graicas por pasar. Abrazos. Susana
BorrarUn final precioso y muy visual. Por Alicia, morando su país imaginado.
ResponderBorrarUn abrazo
Me alegra que te haya gutado. Abrazos. Susana
BorrarPara ser feliz es bueno leerlas
ResponderBorrarSiii. Besotes. Susana
BorrarPura creatividad e innovación a la par (no son lo mismo). Qué gran placer para leer...
ResponderBorrarAbrazo hasta allá.
Gracias Carlos. Me encantó cambiar ese final.Abrazos. Susana
BorrarQué bonito lo has resuelto. Es una de mis historias preferidas, y el personaje de Alicia, con el que siempre me sentí identificada.
ResponderBorrarLe has otorgado, sin duda, un desenlace en el que ella se sentiría cómoda y dichosa. Un mundo mágico desde el que atisbar esas sonrisas tan necesarias del otro lado, y donde poder desarrollar su innata creatividad cuidando del lugar junto a su inseparable Sombrerero Loco; y esas dulces mandarinas con sus secretos por descubrir y disfrutar.
Me ha encantado, querida Susana.
Que no nos falte nunca la imaginación, y esa magia que, aun en breves instantes, nos hace despegar los pies del suelo…
Abrazos enormes, y millones de gracias por tu bella participación 💙
Mucahs gracias, Ginebra. Me encanta que te haya gustado. Abrazos. Susana
BorrarHola Su, me encanto la historia que creaste a partir de Alicia, el dibujo que acompaña me encanta.
ResponderBorrarSiempre me gustó ese cuento y tu historia me encanta, un abrazo.
PATRICIA F.
Gracias Patri. Amo a Alicia. Besotes. Susana
Borrar¡¡Que hermosa historia!!
ResponderBorrarMe encantó el giro interesante que le han dado a Alicia y al sombrerero loco. Aplausos.
mariarosa
Gracias por pasar Mariarosa. Besotes. Susana
BorrarQue refrescante el "País de las mandarinas"! Ja, ja! Quien no se quedaría allí por siempre para merendar cada tarde con el "Sombrerero loco"? Yo lo haría sin duda! Tu versión alternativa me parece genial! Un abrazote!
ResponderBorrarGracias mari.. Besotes. Susana
Borrar¡¡Pues me encanta tu final!! Qué bueno, jaja. Besos :D
ResponderBorrarGracias Margarita por visitarnos. Un abrazo para vos. Susana
BorrarSi se puede elegir, hay que elegir libertad y alegría, tal y como lo hace tu protagonista quedándose por siempre en el país de las mandarinas, qué bonito. Y además, lejos de preocupaciones. Una metáfora preciosa y dulce, que me ha encantado leer. Gracias por la alegría refrescante.
ResponderBorrarAbrazo. 🌞
Muchas gracias Clarisa. Me alegro que te haya encantado. Amo a Alicia y me pareció genial intervenir el texto de alguna manera. Abrazos para vos. Susana
BorrarMuy bonito el texto que nos has regalado y además Alicia se buscó la manera de vivir eternamente en e lugar que quería y pasándolo bien con su amigo El Sombrerero loco.
ResponderBorrarhay que sacar una bella enseñanza e lo que has escrito.
Besos
Creo que uno debe elegir el lugar adonde vivir para ser feliz y vivir en plenitud. Este país de las mandarinas debería ser la opción de muchos de nosotros que queremos vivr sin preocupaciones y lejos de la realidad que agobia. Abrazos para vos. Susana
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