Convocatoria de los jueves: Cada jueves un relato, jueves 15 de febrero, Nuria en su blog Bitácora literaria nos convoca a elegir un objeto entre varias imágenes y escribir una historia sobre él, en mi caso elegí la máquina de coser.
La máquina de coser. (Por Patricia F.)
Clac- clac; clac -clac... sonaba la vieja máquina de coser de mi abuela, mientras ella remendaba sábanas o fabricaba una colcha con retazos, ahora le llamarían “patchwork”, mi abuela, “aprovechar hasta lo último los escasos recursos” ...
Clac- clac, clac-clac... mi madre y mi tía cosiendo dos vestidos minifalda de moda en los años ´60, uno rosa brilloso y el otro con encaje negro (que luego intercambiarían para los casamientos de sus primas).
¡Cuidado con los dedos, ponelos así para no clavarte la aguja!, me decían mientras me enseñaban a usarla.
Yo tenía un tesoro guardado en una bolsa, muchos retacitos de colores, que me daban y quería hacer vestidos a mis muñecas. Sobre todo, a una que con su estilizada figura parecía una modelo, lamentablemente mi modelo estaba un poco destruida, pues tenía las cuencas de sus ojos vacía y poco pelo, pero para mí era hermosa, era un regalo de mi primo y tanto jugué con ella que los ojos móviles se salieron de sus órbitas y andaban dando vueltas por su delgado cuerpo.
Clac-clac, clac-clac... de adolescente mis primeros vestidos que junto con mi prima cosíamos aprendiendo a hacernos ropa. En mi caso puras costuras rectas y sujetos con elásticos, soleros de verano, pero lindos y cómodos.
Clac-clac, clac-clac... cantidad de almohadones siempre con retazos que luego bordaba y así adornaba mi cama y mi habitación.
Vieja máquina de coser de mi abuela, que el tiempo se llevó, ¡tantos recuerdos guardo!
( Imagen tomada de Internet, así era la máquina de mi abuela)
Hola Patricia, al ritmo del, cla, cla, cla, la máquina de coser gira y gira sin parar. La de vestidos de muñeca que habremos hecho con los trozos de retales sobrantes de las costuras de nuestras madres.
ResponderBorrarQué imaginación le has puesto a algunas palabras en tu relato y en el anunciado juevero con el Shavuot, me ha sorprendido gratamente.
Y es que estás máquinas de coser tienes tantas historias en su regazo que no dejan de ser un icono en la vida de muchas mujeres. Excelente aporte.
Un fuerte abrazo
Hola Nuria muchas gracias por tus palabras, un placer participar del desafío, fue difícil elegir con cuál quedarme pues la máquina de escribir también me inspiraba y la radio, al final opté por la máquina de coser, un abrazo.
BorrarPATRICIA F.
Ese ritmo del clac clac clac ha inundado el blog, de trocitos de tela, complicidad entre primas y bellos recuerdos a su lado.
ResponderBorrarLa de mio madre era similar. Un fuerte abrazo.
Muchas gracias Albada por tus palabras, sin dudas esas máquinas marcaron una época y podrían ser motivo para muchas historias.
BorrarUn abrazo.
PATRICIA F.
Pertenezco a una generación en la que esas máquinas me traen muy buenos recuerdos. Gracias.
ResponderBorrarUn abrazo.
Hola Alfred muchas gracias, yo también pertenezco a esa generación y realmente para mi es un hermoso recuerdo.
BorrarUn abrazo.
PATRICIA F.
Recuerdos que nos acarician que nos devuelven imágenes entrañables, en casa había una maquina de coser casi igual o igual a la de la imagen. ¡Que tiempos! Un abrazo
ResponderBorrarGracias Ester por tus palabras, sin dudas esas máquinas encierran muchas historias, para mí bellas, recuerdos entrañables, un abrazo.
BorrarPATRICIA F.
¡Qué recuerdos! En casa de mi abuela había una también, con un mueble de madera que me encantaba abrir para encontrar cajas de lata llenas de botones, lana y otros misterios de infancia.
ResponderBorrarBesitos.
Hola Noelia, si es verdad, en los cajones del mueble de la máquina de mi abuela también había latitas con botones y otros tesoros que para mí era fascinante mirar, bellas épocas.
BorrarUn abrazo.
PATRICIA F.
Recuerdos bonitos donde nos trasportan a esa infancia o adolescencia viendo a nuestra madre o abuela coser en esa máquina que su sonido es especial.
ResponderBorrarLos buenos momentos vividos probándonos esas faldas y vestidos.
Un besote grande.
Muchas gracias Campirela, asi es, bellos recuerdos que llenan el alma, un abrazo.
BorrarPATRICIA F.
Cose que te cose la memoria con hilo de plata los dulces recuerdos.
ResponderBorrarHermosas palabras Julio, muchas gracias, saludos.
BorrarPATRICIA F.
Hay tantas buenas prendas salidas de aquellas máquinas... hasta los retales como dices eran útiles. Mi madre guardaba en una caja de cartón aquellos que le pudieran resultar de utilidad en el futuro.
ResponderBorrarFelicidades por tu bonita aportación, Patricia.
Muchas gracias Marcos, que lindo lo que me contas de tu madre, creo que todas hacían lo mismo de una u otra manera, coser, remendar, guardar retazos y para nosotros son bellos recuerdos, saludos.
BorrarPATRICIA F.
Un objeto familiar con tantos recuerdos como este y que ha pasado por tantas manos, se convierte con los años en algo mágico y con mucha historia! Un abrazote!
ResponderBorrarSin dudas Marifelita, coincido totalmente, muchas gracias por tus palabras, un abrazo.
BorrarPATRICIA F.
Me recordaste las siestas enteras que pasaban mi madre, mis tías y primas (y yo con ellas) al son de ese clac, clac, clac... todas alrededor de esa vieja máquina de coser que hoy en desuso pero aún impecable adorna un rincón del living de la casa familiar con plantas encima...
ResponderBorrarAbrazo agradecido, Patricia!!
Qué bueno Carlos haberte traído un buen recuerdo, yo hubiera querido tener hoy en día esa máquina, pero con los años se ha perdido, lamentablemente, un abrazo amigo.
BorrarPATRICIA F.
Eran otros tiempos, los talleres de costura abundaban y la gente recurría a ellos para hacerse un vestido a medida.
ResponderBorrar¡Qué imprescindibles se hacían las máquinas de coser!
Hoy en día son escasas las personas que se dedican a coser, sale mucho más barato comprarse una prenda ya confeccionada que ir a una modista para que te la haga.
Yo todavía conservo una máquina, no se usa, pero allí está, en el pueblo, como recuerdo de un tiempo lleno de añoranzas para mí.
Cariños.
Kasioles
Hola Kasioles, hermosas tus palabras, sin dudas la ropa hecha a medida es mucho mejor, qué lindo que aún conserves la máquina, lamentablemente yo esa antigua no la tengo y me encantaría tenerla en casa, tengo una moderna, eléctrica y cada tanto coso algo, pero sigo con mis costura rectas, no he aprendido más, un abrazo.
BorrarPATRICIA F.
Tengo suerte, conservo las dos máquinas de coser de mi abuela.. aunque tuvo muchas más, era su oficio, un oficio de supervivencia, como casi todo en aquellos años tan perros.
ResponderBorrarMe ha gustado la historia, he vuelto a ver a mi abuela encorvada sobre la máquina.
Muchas gracias Beauséant, me alegra que aún conserves las máquinas, son un verdadero tesoro, no sólo por lo que significan para ti, sino por la historia que guardan, un abrazo.
BorrarPATRICIA F.
Esa atracción hacia la maquina de coser que teníamos las niñas, en el caso de la de tu relato fue bien aprovechada. Besos.
ResponderBorrarMuchas gracias Molí, si la usamos mucho, hoy me encantaría tenerla, pero se perdió en el tiempo.
BorrarUn abrazo.
PATRICIA F.
En casa de mis padres siempre hubo una máquina de coser,, ya que mi hermana cosía para sastrerías. En mi cabeza aún resuena el clac, clac, que ha servido de hilo conductor a tu magnífico relato.
ResponderBorrarConservo, como recuerdo, el pie de máquina desde el tablero para abajo con la rueda,, la cinta de cuero que la mueve y el pedal.
Qué bueno Pepe que aún conserves una parte de la máquina y que mi relato te haya traído recuerdos, muchas gracias por tus palabras, un abrazo.
BorrarPATRICIA F.
Recuerso aquel pedaleo de las máquinas de coser, en casa había una, no sería una Singer? Gracias por tantos recuerdos! Un abrazo.
ResponderBorrarlady_p
Hola lady_p me alegra haberte traído buenos recuerdos, la de mi abuela era una Singer, muchas gracias por tus palabras, un abrazo.
BorrarPATRICIA F.
Hola Patricia, esa Singer, cuántos recuerdos nos traen a todos, igual que tú, ver a tu madre y abuela cosiendo en ella, así, dándole al pie y con ese sonido que pones en onomatopeya. ¡Qué nostalgia!
ResponderBorrarUn abrazo. :)
Hola Merche, muchas gracias por tus palabras, sin dudas todos gratos recuerdos para todos los que hemos vivido esa época, un abrazo.
BorrarPATRICIA F.
Hay objetos, que que quedan conectadas con recuerdos importantes.
ResponderBorrarBesos, Patricia.
Sin dudas Demiurgo y al recordar nos alegran el alma, un abrazo.
BorrarPATRICIA F.
Bonitos recuerdos que yo comparto pues mi madre tenía una maquina de coser idéntica a la tuya. Con ella mi madre le hacía vestidos a mis hermanas con unos patrones de una revista que se llamaba Burda...Aún conservamos aquella máquina de coser.
ResponderBorrarUn saludo de Buscador
Me alegra que te traiga lindos recuerdos, acá en Argentina se conseguía esa revista, muchas gracias por tus palabras, saludos.
BorrarPATRICIA F.
Wallaaa... la de mi abuela...
ResponderBorrarMe encanta el trozo dinde le hacías vestidos a ls muñeca sin ojos. Tan hermosa que estaba sin siquiera verse.
Precioso y entrañable relato. El aprovechamiento por necesidad era casi vergonzante... en cambio ahora que está de moda, hemos descubierto algo nuevo😝
besosss Patricia
Muchas gracias Gabiliante por tus palabras, realmente me alegra que te haya gustado, en aquellas épocas todo se aprovechaba porque mucho escaseaba, un abrazo.
BorrarPATRICIA F.
Que añoranza me dio ver la imagen de la maquina, tal cual así era la que había en mi casa de la infancia, la recuerdo a mi abuela, a mi madre trabajar en ellas. Desde el clac clac, hasta la propia experiencia en ella.
ResponderBorrarQue bonito recuerdo!!
Un abrazo Patricia :)
Me alegra mucho Cecy haberte traído lindos recuerdos de épocas de infancia, un abrazo y gracias por tus palabras.
BorrarPATRICIA F.
Esa máquina está en el mejor lugar que puede estar en tus recuerdos y en tu pensamiento dde unos tiempos felices que siempre serán tu asidero para revivirlos.
ResponderBorrarBesos
Muchas gracias Tracy por tus palabras, así es, quedan los lindos recuerdos.
BorrarUn abrazo.
PATRICIA F.
Una máquina que no sólo cosía la ropa, sino también recuerdos. ¡Genial relato!
ResponderBorrarUn besazo, Patricia
Hola Dafne, muchas gracias por tus palabras, un abrazo grande.
BorrarPATRICIA F.
Hoy duermen en un rincón, mudas , sin certera utilidad, un viejo florero las cubre con secas flores, mientras en el aire esta ese olor..... No cambian el agua, pero algín día alguien la rescatara.
ResponderBorrarWow, qué hermosas palabras Gustab, muchas gracias, un abrazo.
BorrarPATRICIA F.
Oh, la legendaria singer, Patricia..! cuantos recuerdos pueden conllevar estos objetos iconicos, es increible; mi abuela tenia una y ahora la tengo yo pero no se ni enhebrar la aguja, es un horror pero la re-quiero, la amo, la atesoro y esta llena de plantas verdes y hermosas. La singer simboliza historias y momentos bonitos. Me une a mi familia, a tiempos pasados y especialmente me recuerda a mis amadas madre y abuela 💗 💗
ResponderBorrarMe encanto tu entrada! muchos besos y buena semana!
Hola bella Hada de las Rosas, muchas gracias, me alegra que conserves la máquina de coser de tu abuela y que te traiga tan lindos recuerdos, no es difícil coser, ahora seguramente hay muchos tutoriales que te enseñan a enhebrar y como pasar el hilo, sería lindo que pudieras darle uso aunque sea como hacía yo que cosía solo cosas rectas, un abrazo grande.
BorrarPATRICIA F.
Great article and memorable goods. I followed your blog ok. Thx
ResponderBorrarMuchas gracias Vicky, saludos y bienvenido.
BorrarPATRICIA F.