Un nuevo comienzo.

     Suelo escribir en el tren o acopiar ideas porque el viajar me inspira constantemente. Suelo tomar el tren para ir a mi trabajo y luego, para viajar hasta mi taller. Tengo mi espacio de arte en Don Bosco, así que suelo usar el tren mucho. Me gusta más que el  bus. Y ahí es donde van surgiendo mis relatos. Primero en mi mente y luego, en el papel; más tarde en el ordenador.

     Una de esas tardes escribí el relato de hoy, que me inspiró un nuevo comienzo en mi espacio, ya que en este fin de semana hicimos nuestra mudanza a una casa más grande. Entonces, pensé que sería muy bueno compartir con ustedes parte de mi vida.  El arte forma parte mía desde muy pequeña. Desde muy chica comencé a prepararme para ser lo que hoy soy, profesora de arte y siempre lo llevé a todos los órdenes, en la escuela, en la parroquia, en mi casa .

     Quiero compartirles algunos de los trabajos de mis alumnos de los que estoy muy orgullosa y satisfecha por la tarea realizada, por ellos y por mi.

     Muchos niños participan en el espacio y comparten las tardes conmigo y con mi hija que sigue mis pasos en la enseñanza. Estos son algunos de sus trabajos:

Gonzalo. 9 años. Tinta chinaMarcos. 9 años. Tinta 

                                                                                                   china

Dana. 9 años. Témperas acuareladas

Juana. 11 años. Lápiz grafito

Y aquí algunos de los más peques. 5 años. Mostrando sus maravillosos trabajos.

Un Nuevo comienzo (por Susana)

La necesidad de abrir nuevos caminos siempre nos lleva a descubrir habilidades y opciones que no sabíamos que teníamos.

Un nuevo espacio, más amplio, más luminoso.

Un espacio donde quepan más voces, más cuerpos, más risas, más proyectos.

     Aquí está la nueva "Yo", o la antigua. Aquella que a todo se atrevía y que nada veía imposible. Esa "Yo" que estaba adormecida y despertó un día con los brazos entumecidos de estar quietos. La que había callado sus pensamientos porque los veía inalcanzables.

Ésta que tiene reminiscencias de aquella que fue, pero que descubre que sus firmes ideas, sus claras decisiones se vuelven realidad casi sin esfuerzo. Casi sin querer.

Estoy parada aquí y veo tan largo el camino recorrido, con tantos logros y objetivos cumplidos. Con tantos sueños alcanzados. Miro hacia adelante  tantos proyectos por hacer, pero con la seguridad y la esperanza de llevarlos a cabo.

 Un nuevo espacio que traerá más manos para trabajar, más miradas para crecer, más aprendizajes para compartir.

Estoy lista. Hoy es el momento y este es, sin duda, un nuevo punto de partida. Gracias, gracias, gracias.