martes, 17 de junio de 2025

Sillita matera. (Por Patricia F.)

Esta semana el desafío de los jueves está a cargo del blog El Vici Solitari, el tema propuesto es "La silla narradora", hay muchas posibilidades con la silla elegida y ella narrara una historia.

En mi caso elegí la silla matera, la típica silla que se usa en el campo para tomar mate.




Aquí debajo dejo la imagen de una silla matera típica.



Luz mala: es una leyenda arraigada en Argentina, en el campo, describe un fenómeno luminoso, parecida a fuego fatuos considerada como un alma en pena o un espíritu errante. Se cree que estas luces están asociadas a la muerte o la búsqueda de justicia.


Sillita matera. (Por Patricia F.)

Aquí me ven luciendo mi nuevo atuendo, siempre fui petisa y retacona, con posaderas de paja, un clásico y sencillo tejido campero para acompañar el mate al lado del fogón.

La de historias que habré escuchado al calor de las llamas... Siempre tuve la duda si "la luz mala" era realmente un alma en pena o el reflejo de la luna entre los árboles o algún paisano con algunas copas buscando el camino al rancho.

En la rueda de mates los cuentos se hacían largos, había que entretener las tardes de domingo o el rato antes de ir a descansar.

En fin, el tiempo fue pasando y mi asiento se fue rompiendo, los paisanos se fueron yendo y el fogón se apagó y yo terminé abandonada en un rincón, hasta que un día alguien me encontró y me dio nueva vida, me pintó de blanco, rehízo mi asiento con nueva paja y me adornó con un alegre, colorido almohadón de pachwork. Ahora formo parte de la habitación de una niña pequeña que me suele usar en sus juegos con sus muñecas, ahora escucho cuentos de princesas, ¿será que la luz mala ya se apagó?...




20 comentarios:

  1. En mi pueblo esas sillas se las llama asientos de mimbre y mis abuelos tenían varias en la cocina , ,todavia las hay en algunas casas del lugar.
    Cuantas historias alrededor de la chimenea abre escuchado de pequeña ,sentada en un asiento como el que tú nos dejas.
    Un besote , muy feliz semana.

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    1. Hola Campirela, qué bonito recuerdo el que me contas, en mi casa de la infancia teníamos, pero eran más altas con asiento de paja también y sentarse en la cocina al lado del calor del fuego era maravilloso, estas materas son un poco más bajas que aquellas otras, pero hermosas también.
      Muchas gracias por tus palabras, un abrazo grande.
      PATRICIA F.

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  2. La vida cambia y hay que adaptarse. O que nos adapten y adopten. Porque los dueños, seguro que no son los mismos.
    Abrazooo

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    1. Jajajaaj, es verdad Gabiliante, ahora se ha puesto de moda el reciclado de elementos viejos, darles un nuevo uso y sin dudas estos nuevos dueños están en esa onda.
      Muchas gracias por tus palabras, un abrazo.
      PATRICIA F.

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  3. Con niños jugando, las leyendas de luces malas, ya no interesan, desaparecen y se disfruta del lugar.
    Abrazo.

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    1. Es verdad, creo que los niños en la actualidad no creen en esas cosas y mucho menos con tantos jueguitos electrónicos pero bueno, igual se disfruta, un abrazo y muchas gracias por tus palabras.
      PATRICIA F.

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  4. Que bonito como nos llevas a tus costumbres, saber de todas nos recuerda las propias, mas o menos como te dice Campirela, le dabamos otros usos pero tan similares... Un abrazo

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    1. Muchas gracias Ester por tus palabras, sin dudas las costumbres son similares porque aquí en su mayoría somos descendientes de inmigrantes europeos y cada colectividad ha continuado con sus tradiciones, se han ido ayornando, mezclando usos, costumbres, comidas y fueron dando origen a este país, un abrazo grande.
      PATRICIA F.

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  5. ha sido ver esa silla, con ese cojín, y a las puertas de una casa, y he vuelto al pueblo de mi padre y a aquellas veladas al fresquito de la tarde :)

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    1. Qué bueno Beauséant que te traiga recuerdos de tu familia, de tu vida, un abrazo grande.
      PATRICIA F.

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  6. Hola Patricia!
    Me ha encantado esta silla matera con tanta personalidad, y que alguien haya sabido apreciar su valor y darle una merecida segunda oportunidad! En España también son muy típicas esas sillas, yo cuando era niña tenia una roja y chiquitita para mi! Je, je! Un abrazote!

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    1. Que bueno Marifelita, creo que tenemos muchas cosas en común y es que nosotros en su mayoría somos descendientes de inmigrantes, que sin dudas conservaron tradiciones y costumbres.
      Muchas gracias por tus palabras, abrazo.
      PATRICIA F.

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  7. Parece que a la silla le gustan las historias de diversas clases, siempre que sean fantásticas.
    Interesante la mención a la luz mal.
    Besos.

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    1. Muchas gracias Demiurgo por tus palabras, es que si uno se pone a pensar, si las sillas realmente tuvieran orejas y pudieran hablar de cuántos chismes se enterarían, imagínate en un bar, por ejemplo, chismes a la orden del día.
      Un abrazo
      PATRICIA F.

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  8. Esa silla me recuerda a la que tenían mis abuelos en el pueblo, bajitas y se les ponía un cojín. Me has recordado mis tiempos de niñez, PATRICIA. Y qué bien que haya terminado esa silla con la niña entre sus juegos.

    Me ha encantado tu relato.

    Un besazo.

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    1. Hola María, muchas gracias, me alegra mucho que te haya gustado mi historia y que te haya traído lindos recuerdos de tu infancia, realmente me dieron mucha alegría tus palabras.
      Un abrazo.
      PATRICIA F.

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  9. Hola Patricia, qué recuerdos me trae esa Sillita matera, estoy con mis hermanas con apenas dos añitos, y yo que era una renacuaja estaba sentada en una sillita de mimbre sobre una silla de madera para llegar a la mesa 😊, un relato muy emotivo. Me encantó. Un abrazo

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    1. Muchas gracias Nuria, qué lindos recuerdos me estás contando, me alegra mucho que te haya transportado a aquella infancia junto a tus hermanas, un abrazo grande.
      PATRICIA F.

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  10. Olá, querida amiga Patrícia!
    Gosto de recordações dos objetos que vivemos no passado, tem um valor afetivo imenso.
    O estilo das cadeiras que nos mostrou também me agradam.
    Tenha dias abençoados!
    Beijinhos fraternos

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  11. Una nostálgica y telurica historia de una silla humilde que se reinventa un nuevo futuro, escuchando ahora cuentos de princesas. Muy bueno. Un abrazo Patricia

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Sillita matera. (Por Patricia F.)

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