Esta semana la convocatoria de los jueves está a cargo de Merche, el tema elegido es "La Playa".
El relato no debe superar las 360 palabras y puede ser cualquier historia, poesía o teatro donde se incluya la palabra playa, los textos no deben contener temas sexuales, para que todos puedan leerlos, sin importar la edad.
Aquí en el hemisferio Sur estamos en invierno y las playas también se disfrutan.
Las fotos que acompañan mi texto son de mi autoría, de Mar del Plata, el invierno pasado, año 2024.
Playa de invierno. (Por Patricia F.)
Amo caminar a orillas del mar en un día soleado, pisar la arena fría descalza y permitir que las pequeñas olas de la orilla mojen mis pies, voy bien abrigada, emponchada diría, con campera y bufanda, el aire frío del invierno, las gaviotas y el oleaje a su ritmo rugiente, la soledad de la playa, me llenan el alma.
Disfruto mucho de caminar por una playa en invierno, me gusta ese vacío de gente, esa nada sobre la arena, el silencio, puedo conectarme conmigo misma. El bullicio del verano, de los veraneantes no me gusta como tampoco la falta de espacio sobre la arena, puedo ser un bicho raro lo sé, así soy.
Aparecen algunos caracoles solitarios, algunos terminaran adornando mis macetas, para recordarme ese paseo invernal junto al mar.
Los colores son más oscuros en invierno, los días más cortos, el sol no calienta tanto, pero los atardeceres son más rojos al igual que los bellos amaneceres.
La brisa helada me hace cubrirme aún más y eso es lo que me gusta, envolverme en mis prendas de lana, sentir su calor y respirar ese aire salado que penetra y purifica mis pulmones.
Busco algún sitio abierto frente a la playa, me siento y mientras observo el incesante ir y venir de las olas pido un chocolate caliente con churros, pequeños placeres del mar en invierno.
Cualquier momento es bueno para pasear ante el mar.
ResponderBorrarUn abrazo.
Sin dudas Alfred, pero en verano no me gusta demasiado, me gusta la tranquilidad y en verano esta invadido, demasiada gente, jajajaja, soy un bicho raro.
BorrarUn a brazo.
PATRICIA F.
Tú relato es relajante como esa playa en invierno , estoy contigo no hay mejor lugar para relajarse y encontrarse a uno mismo que una playa desierta con el horizonte acuoso y la cumbre de una montaña tocando con los dedos casi el cielo.
ResponderBorrarUn besote , Patricia, feliz semana.
Muchas gracias Campirela, me alegra que coincidamos, realmente creo que se disfruta mucho mas así la playa, un abrazo grande.
BorrarPATRICIA F.
Patricia ya estás en el blog de Mercedes, lo vi cuando ya me iba a la cama, buenas noches, Patricia .
BorrarY sin problemas ninguno lo que necesites para eso estamos .chaooooooooo
Es bonito leerte acompasadamente, me recuerdas mis paseos en otoño donde, trepar por las rocas y escuchar el mar. Me ha gustado mucho, Abrazos
ResponderBorrarMuchas gracias Ester, me alegra que te haya gustado y por lo que veo coincidimos en los paseos de otoño en la playa, observar y relajarse, un abrazo.
BorrarPATRICIA F.
Me identifico mucho con tu crónica, Patricia, sobretodo con el segundo párrafo.
ResponderBorrarAbrazo sin sombrero una vez más
Muchas gracias Carlos por tus palabras, me alegra muchísimo que te identifiques con mis palabras.
BorrarAbrazo grande.
PATRICIA F.
Me encanta la playa en cualquier época del año y tu playa de invierno me ha encantado porque has plasmado en ella, mis sensaciones cuando la visito en invierno.
ResponderBorrarMuchas gracias Tracy, me alegra mucho que coincidamos en las sensaciones que nos provoca la playa en invierno.
BorrarUn abrazo
PATRICIA F.
Lo cotidiano se vuelve poetico gracias al tono intimista que bien sabes darle, Patri; el mar, el silencio, la lana, los caracoles… todo compone una postal emocional.
ResponderBorrarEs una joyita serena, intima, tiene tu alma. Un besote y feliz noche.
Hola bella Hada de las Rosas, muchas gracias, gracias por tus palabras tan sensibles, me gusta eso de postal emocional, no se me habia ocurrido.
BorrarUn abrazo grande y buen fin de semana.
PATRICIA F.
Describes con sensibilidad el placer de sentir la arena fría, las olas suaves y la brisa helada, con la protagonista envuelta en su campera y bufanda, mientras la soledad de la playa invernal la invita a encontrarse consigo misma. Las imágenes, como las gaviotas, los caracoles solitarios y los atardeceres rojizos, transmiten una melancolía serena. El contraste con el bullicio del verano refuerza su preferencia por la quietud, y el detalle del chocolate caliente con churros añade un toque hogareño y encantador. Es una oda a los pequeños placeres y a la belleza de lo simple, perfecta para quienes valoran la soledad y la naturaleza en su forma más pura. ¡Un relato que invita a caminar junto al mar!
ResponderBorrarHola Marcos muchas gracias por tan lindas palabras que dedicaste a mi texto, sin dudas para mi la playa en invierno invita a ese ambiente más íntimo.
BorrarAbrazo.
PATRICIA F.
El mar tiene una particular belleza durante el invierno, totalmente distinta a la caldeada realidad del verano pero igual de intensa. Has logrado retratar esa profundidad. Un abrazo
ResponderBorrarOlá, querida amiga Patrícia!
ResponderBorrarFicou sensacional!
Gosto de relatos espontâneos assim.
Também não aprecio uma multidão disputando um lugar ao.sol na areia escaldante. Prefiro continuar o mar.
Mar de inverno.com um cardápio de chocolate e churyos é tudo de bom.
Tenha um final de semana abençoado!
Beijinhos fraternos